Hyperlink Silvina Ocampo
Columna por Juan Manuel Caravello
Injustamente famosa por sus relaciones con otros ilustres personajes de la cultura y no por su destacada carrera en las letras argentinas, moría en Buenos Aires un 14 de diciembre de 1993 Silvina Ocampo.
Hermana de Victoria Ocampo, la que fuera mecenas y mujer de la alta sociedad, centro de la vida cultural argentina por largos años desde la fundación de la revista Sur en 1931; su residencia de Villa Ocampo en Beccar o en la residencia veraniega de Mar del Plata y su preponderante papel en la aristocracia cultural le permitieron a Silvina codearse con grandes escritores y pensadores de la talla de Rabindranath Tagore o Federico García Lorca.
Silvina fue esposa de Adolfo Bioy Casares, escribimos en este mismo espacio hace un tiempo la importancia de este vínculo para la literatura de esos años; tercera pata en la amistad de Bioy y Borges, doble sombra sufrió en este caso Silvina. Juntos realizaron tal vez la mejor recopilación de la literatura argentina Antología de la literatura fantástica , un clásico de las letras nacionales, aunque en sus páginas desfilan autores de todo el mundo. Esta antología crea la tradición desde la que ellos mismos emergen y marcó fuertemente toda la literatura posterior instalando autores y textos.
Finalmente Silvina Ocampo, ella misma, muy joven estudió artes plásticas en Europa y estuvo cerca del surrealismo de autores como Giorgio De Chirico y su primer libro Viaje olvidado se editó en 1937. Sus temas recurrentes fueron siempre el amor, el género, la literatura fantástica en diferentes formatos, destacándose el relato muy breve y sobre todo, a mi entender, los relatos donde la infancia es protagonista, muchos textos sobre esa etapa inicial de la vida con una sensibilidad y una visión únicas en la literatura argentina. Varios trabajos en colaboración con Bioy de los que es importante leer Los que aman, odian , un gran título para una novela policial escrita por un matrimonio.
Lo único que sabemos es lo que nos sorprende que todo pasa, como si no hubiera pasado.
Su poesía trata fundamentalmente temas amorosos y filosóficos, tiene fuerte influencia tanto en la métrica como en las imágenes de la cultura clásica griega y latina; referencias a la mitología y el teatro antiguo se encuentran desperdigadas en sus versos, Minerva, Casandra y otros personajes le sirven para desarrollar su imaginario.
Una autora que debería pasar al lado luminoso, se le debe un reconocimiento, y se le debe sobre todo leerla, que lleguen sus libros a más lectores, que sin duda, si pudieran acceder a sus cuentos y poemas la querrían tanto o más que a sus famosos, cercanos y queridos parientes.