En la Usina del Arte, ubicada en el barrio de La Boca, se lleva a cabo la audiencia pública que tiene como finalidad discutir las subas en las tarifas de gas. Una de las medidas adoptadas por el gobierno de Mauricio Macri que más ha impactado en la imagen de su gobierno, no sólo por el carácter insensible de la decisión sino también por los idas y vueltas de un Gobierno que aún no le encuentra la mano a la política. 

Si uno observa los aumentos exhorbitantes que había planteado en un principio el ministro Aranguren, como brazo ejecutor de Macri, la verdad es que se puede llegar a pensar que con la reducción del porcentaje la gente salió ganando. Sin embargo, estas tarifas siguen teniendo un fuerte impacto, sobretodo para aquellos que tienen sus pequeñas y medianas industrias, que son los que se van a ver más perjudicados con las subas. 

La audiencia pública que fue ordenada por la Corte Suprema tendría que tener como finalidad que el gobierno escuche a todos los sectores que plantean en estos tres días sus posturas, opiniones y/o alternativas. Pero nada de eso parece ocurrir. Ayer, en la apertura, el ministro Aranguren ya mostró las cartas y confirmó que desde el Ejecutivo tienen planteado el aumento que supera el 200% para consumos residenciales con subas semestrales hasta el 2019 y aumentos más considerables para las Pymes e industrias. 

Una definición interesante de lo que hace el gobierno la dio el diputado del  Frente de Izquierda, Néstor Pitrola, quien aseguró que Aranguren "nos oye, pero no nos escucha", en referencia a los planteos que han realizado desde distintos sectores respecto al tarifazo y agregó que eso se debe a que "es un hombre de las petroleras". 

Con el mismo criterio y en conversación con Diagonales, el diputado del Frente Para la Victoria, Axel Kicillof, señaló que para él, la audiencia pública "es una puesta en escena" y que "no vamos a ser escuchados". 

El aumento del gas ya está definido por el gobierno y esta audiencia no ha tenido otro objetivo que el de cumplir con la exigencia de la Corte Suprema. Cientos de expositores han gastado y gastarán sus energías para tratar de hacer del tarifazo una cuestión que impacte lo menos posible en la vida cotidiana de los argentinos. Sin embargo, desde el gobierno nacional parecen haberse propuesto no escuchar y aplicar a rajatabla esos aumentos. 

No se puede dejar afuera las denuncias realizadas desde distintos sectores por no poder ingresar a la audiencia "pública" a pesar de haberse inscripto con anterioridad. Según señalaron, fue desde el ENARGAS que se le impidió el ingreso a organizaciones e inscriptos que habían sido aprobados para participar en la disertación. 

En conclusión, estamos frente a una audiencia pública que no escucha y que de "pública" tiene sólo la palabra.