Aún no se apaga el repudio por las declaraciones del funcionario de Cambiemos y ex carapintada, Juan José Gómez Centurión, avalando el genocidio perpetrado por la última dictadura cívico-militar. Tampoco se puede omitir que ocurren mientras el Gobierno intenta vapulear nuevamente la memoria al haber querido cambiar el feriado del 24 de marzo. No es casualidad.
 
Mientras el Gobierno se interesa en aclarar que las repudiables declaraciones eran a título personal , las disculpas que el militar ofreció no sirvieron más que para ratificar su carácter de apologista del genocidio, al que le critica algunos "excesos".
 
Se trata de una "opinión personal" que está en línea con los dichos de su jefe. Apenas asumido como presidente Mauricio Macri habló de guerra sucia en una entrevista con el sitio BuzzFeed. Allí también afirmó "no sé si fueron 30 mil o 9 mil. Es una discusión en la que no voy a entrar". La cifra es casi la misma que dijo el domingo Gómez Centurión, cuando habló de "22 mil mentiras y 8 mil verdades".
 
La impunidad genera más impunidad. Gómez Centurión está impune por haberse levantado con los carapintadas en Semana Santa y por los hechos de Iron Mountain que lo involucran como responsable. En 2014, esa empresa se incendió en Barracas. Gómez Centurión era entonces director de la Agencia de Control Gubernamental y debía controlar la habilitación y el cumplimiento de las reglas de seguridad de ese depósito, pero éste no tenía aprobado un plan de evacuación. Mientras intentaban apagar el fuego, ocho bomberos y dos rescatistas murieron. Centurión culpó al jefe de los bomberos, una de víctimas. El incendio fue intencional, según determinó luego un peritaje, y destruyó los archivos del HSBC, investigado por lavado de dinero.
 
Gómez Centurión apareció también en la escena pública abrazado a su mentora, Elisa Carrió con él nos prometió combatir las mafias de la Aduana.
 
Lo de Gómez Centurión no es un error ni un exceso. No se desbocó. Es parte de una serie de declaraciones y políticas gubernamentales para imponer otro relato sobre la última dictadura, apuntando a la reconciliación con los genocidas, al olvido, a la impunidad. Nosotros seguimos luchando por memoria, verdad y justicia. Este 24 de Marzo, ¡todos a la Plaza! Seremos miles.