La aprobación en el Congreso de la Nación del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) legitima el derecho a la autonomía sobre nuestros cuerpos y proyectos de vida. Una decisión tan propia e íntima nos fue negada históricamente producto de la opresión, el mandato de dueñidad patriarcal y sobre todo de maternidad obligatoria.

La Ley IVE nos quita de encima el techo que nos aplastaba, cárcel invisible propia de un sistema que nos quiere incubadoras, reproductoras, objetos serviles a un otro. Esta negación de derechos no fue inocente.

La IVE nos devuelve la dignidad de humanas, que el patriarcado invocando la falsa defensa de la vida, nos quitó hace siglos. Y repone nuestros derechos como ciudadanas.

Los llantos y abrazos entre mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexualas, identidades de género no binarias, fueron las imágenes que coparon la madrugada del 30 de diciembre.

Lloramos y nos abrazamos en la plaza y en las casas, por la vida y lucha de nuestras ancestras, por las que murieron en la clandestinidad, por las lesionadas física y emocionalmente en manos de un sistema médico irresponsable que lucra con la clandestinidad, por las presas por abortar, por Romina Tejerina, por todos esos proyectos truncos, ese tintero cargado de deseos que no pudimos anudar.

Un torbellino de triángulos verdes que entreveran emociones e historias personales, políticas y colectivas donde la Ley IVE transmuta el dolor en fiesta popular, y la rabia en autonomía y libertad. Y reivindica para siempre el derecho al goce.

La Ley de interrupción voluntaria del embarazo es el producto de una lucha que lleva años y de la potencia feminista que hoy marca un momento histórico en el mundo. Con fuerte presencia en el territorio matancero, desde la Secretaría de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades tejimos redes entre consejerías feministas, profesionales de la salud y políticas de sexualidad responsable instaladas por fin a través del gobierno Municipal y Provincial.

Este entramado permitió combatir la clandestinidad utilizando como herramienta fundamental el Protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Durante los últimos meses fuimos parte y motor de la gestión que duplicó la provisión de Misoprostol en el distrito, aumentó considerablemente la cantidad de métodos anticonceptivos y levantó la vara respecto a la atención en hospitales.

La decisión política del Gobierno Municipal de efectivizar el derecho al aborto, en línea con la Provincia y la Nación, generó las condiciones para el desarrollo de acciones que mejoran notablemente el acceso a la salud en el partido de La Matanza. Es importante, siempre, el necesario reconocimiento al colectivo de profesionales de la salud que militan y trabajan a favor de la IVE.

A nuestra sociedad aún le falta mucho para que las condiciones de acceso sean dignas tanto para las personas que solicitan asesoramiento e intervención, como también para quienes brindan ese derecho. Es una tarea que nos espera.

En esta Secretaría estamos convencidas que el deseo de transformación de injustas condiciones de vida fue y es el motor que sostiene nuestro compromiso. Y eso se refleja en nuestra tarea diaria.

Hoy es ley y su efectiva aplicación es una responsabilidad conjunta. Se trata de nosotras.
 Se trata de la democracia.


 *Liliana Hendel es titular de la Secretaría de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades del Municipio de La Matanza. Cecilia Turquet es responsable del área de Protección de Derechos. Twitter: @lilianahendel