¿Por qué conmocionó tanto la violación grupal en plena luz del día en un barrio de CABA? Las violaciones grupales ejercidas por los varones son una regla. Suceden todos los días y en todo el mundo porque no es un problema aislado, sino sistémico y de la cultura patriarcal. En este caso, la novedad es que el límite lo pusieron lxs vecinxs.

¿Qué se pone en juego en los varones que reproducen estas prácticas que hacen del sometimiento y abuso una regla para su propia validación como hombres masculinos? La antropóloga Rita Segato comenta que ellos saben que están violando (fue una práctica premeditada y organizada, como todas) “para mostrar que son capaces de pertenecer a una organización corporativa que llamamos masculinidad y que de ese modo deben comportarse para ser hombres”. Por eso, necesitamos que los varones también sean parte de esta lucha. Que cuestionen a sus pares y a ellos mismos y dejen detrás el miedo a que sus amigos les digan “pollerudos”, se burlen de ellos o los aparten de sus grupos de Whatsapp donde circulan chistes misóginos, fotos y videos de abusos.

Violan porque pueden y pueden porque tienen impunidad. Y hay impunidad porque la violencia sexual está naturalizada desde las instituciones, la justicia y en los medios de comunicación. Si no tuviéramos el video que muestra a los violadores de día, violando en turnos a la víctima adentro del auto en el barrio porteño de Palermo, salvada por la panadera y otras dos personas, ¿la indignación y repudio social sucedería? ¿O se pondría en duda la palabra de la víctima una vez más? Uno de los violadores tenía una acusación por violación a una nena de 14 años en el 2015. ¿Qué pasó que la investigación no avanzó?

¿Qué mensaje le queda a una víctima de abuso sexual si la justicia deja libres a abusadores y violadores? El circuito de la denuncia para las mujeres es violento y revictimizante. De mil denuncias, solo una llega a condena. La mujer denunciante no tiene acceso a la justicia. Va a tener que estar por lo menos 8 horas en el lugar para denunciar, muchas veces con sus hijxs a cuestas (quienes también son víctimas de violencia) y haciendo malabares para faltar a su trabajo y que su violenta pareja no se entere. Hay comisarías que ni siquiera tienen teléfono. Acumulan denuncias en papel sin respuestas ni acompañamiento. Muchas de las mujeres asesinadas por feminicidas ya habían hecho varias denuncias por violencia de género. Por eso, desde los movimientos feministas responsabilizamos al Estado.

Porque esta problemática no se va a resolver pagándole al FMI. Ese dinero es presupuesto no invertido en nuestro país. En las comisarías de la mujer, en capacitaciones con perspectiva de género, en el Ministerio de la mujer, género y diversidad, en presupuestos para elevar salarios del personal de primera línea como operadores judiciales y las trabajadoras de la línea 144. En la implementación efectiva en todas las provincias de la Ley de Educación Sexual Integral para prevenir situaciones de abuso y desarticular creencias, discursos, mitos, costumbres y hábitos machistas que profundizan la desigualdad a través del poder de los privilegios que los varones han tenido a lo largo de la historia de la humanidad.

El abordaje integral e interdisciplinario de esta problemática depende de una decisión política. La protección de los derechos de la mujer, disidencias e infancias debe ser una política de Estado. Precisamos también una reforma judicial con perspectiva de género y respetuosa de las infancias que también están vulneradas y abandonadas. Y es vital que haya perspectiva de género en el modo en que los medios de comunicación informan y debaten sobre esta realidad.

Por eso, este 8 de marzo, más que nunca debemos estar en las calles de todo el país para seguir reclamando por nuestros derechos a través de políticas públicas efectivas. Para gritar por el cese de la complicidad machista y de la impunidad de una justicia patriarcal y clasista. Por la implementación de la ESI y el no pago a la deuda.

*Actriz – Integrante de la colectiva Actrices Argentinas y licenciada en comunicación social. Twitter: @melimelcer | @actrices_arg