En el último día de alegatos, los ocho rugbiers acusados de asesinar a golpes y patadas a Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell, pidieron disculpas a los padres del joven de 18 años y aseguraron que “no hubo un plan” para asesinarlo. El único que quebró en llanto fue el más complicado en la causa: Máximo Thomsen.

En un discurso guionado y repetitivo, los jóvenes les pidieron perdón a Graciela y Silvino y luego insistieron con que no hubo plan ni intención de asesinar a Fernando, aquel 18 de diciembre de 2020 en Villa Gesell.  

"Yo, ante todo quería pedir disculpas a la familia de Fernando por todo lo causado. Estoy muy arrepentido de lo que pasó. Estoy muy mal desde el día que pasó, hasta hoy. Muy triste por lo sucedido. A todas las personas que afecté le quiero pedir mil disculpas. Nunca tuve intención de matar a nadie, ni participar de ningún asesinato. Para nada. Quiero decir gracias por este momento y por escucharme; y no tengo más nada para decir", expresó Lucas Pertossi, el primero de los ocho rugbiers en hablar.

LA ÚLTIMA PALABRA DE LOS RUGBIERS: pidieron perdón a la familia de Fernando

Blas Cinalli también pidió "disculpas a todas las personas afectadas por lo que pasó" y aseguró que "no hubo ningún plan, ni nada de lo que se dice" para asesinar al joven de 18 años. 

Matias Benicelli, uno de los tres acusados que hasta ahora no había hablado en el jucio, expresó: "Primero que nada, quiero pedir disculpas a la familia de Fernando porque nunca quise que esto pasara. Nunca tuve un plan ni la intención de matar a nadie... Todos los días lo pienso, y todos los días estoy arrepentido de lo que pasó. Ojala pudiera volver el tiempo atrás, pero no se puede. Lo que quiero dejar en claro es que nunca tuve la intención de matar a nadie".

Ciro Pertossi indicó que está "muy arrepentido de todo lo que pasó" y pidió "perdón a la familia por haber estado en el lugar, por haber estado en una pelea donde falleció un chico" de su edad.

"Es muy feo. Nunca voy a querer matar a nadie. Eso es algo que a mí me afecta mucho. Pedirle perdón. Se murió alguien de nuestra edad. Es muy feo y es muy feo de lo que nos acusan", dijo Pertossi notablemente nervioso. 

Ayrton Viollaz fue uno de los más breves: "Hola, muy buenos días. Quiero pedirle perdón a la familia de Fernando. Jamás pensé que iba a pasar algo así y estoy muy arrepentido de todo. Muchas gracias por este espacio que me están dando y que Dios los bendiga", dijo.

Cuando llegó el turno de Máximo Thomsen, uno de los inculpados más implicados, el rugbier quebró en llanto. "Primero que nada quería pedir disculpas a la famila y a todas las personas que fueron afectadas. Jamás hubiera pensado que algo así podía pasar. Me lastima muchísimo porque murió un chico de nuestra edad. Y jamás tuvimos la intención de algo así", dijo.

Thomsen se deshizo en lágrimas, hizo un alto mientras secaba su rostro, y luego continuó: "Quiero pedir disculpas, aunque sé que las disculpas no alcanzan. Pero ojalá pudiéramos volver el tiempo atrás y no sentir todo esto. Pero no podemos. No nos queda otra que pedir disculpas. Estoy muy arrepentido. Gracias por darme este espacio y siempre vamos a acatar lo que ustedes decidan. Gracias".

Luego el que se disculpó fue Enzo Comelli, el más verborrágico de los ocho rugbiers implicados en la muerte de Báez Sosa.

"Muy buenos días a todo el Tribunal. Yo sinceramente quiero dar mi disculpas a la familia de Fernando. También a mi familia quiero pedirles disculpas y a todas las personas que fueron afectadas. Lamentablemente por este hecho aberrante en el que falleció una persona que como mis amigos dijeron, de nuestra misma edad y que igual que nosotros tendría toda la vida por delante", dijo Comelli.

Y cerró su disculpa: "Quiero dar mis sinceras disculpas a todos los involucrados. Que no fueron solo nuestras familias o la familia de Fernando; sino cada una de las personas que dieron testimonio y pasaron este calvario y se sentaron ahí. Quiero agradecer por este espacio".