¿Que es lo que sabemos de este sujeto?

Surgen de las entrevistas a su madre y hermano que el tirador, no mantenía contacto con su familia desde al menos los dos últimos años, y las entrevistas con los vecinos revelan que no mantenía relaciones de amistad asidua con gente de su vecindario, revelando un cierto aislamiento social por parte del sujeto. 

Su ex pareja habla de un historial de violencia familiar y abuso físico. Siendo su pareja policía, el acceso a las armas y la habitualidad con esta vida.

¿Que podemos concluir del caso?  

Podemos decir, por sus movimientos y raid homicida, que se trata de un homicida itinerante. Al igual que el asesino en masa, el asesino itinerante (aquel que asesina a varias personas desplazándose entre diferentes locaciones en un espacio de tiempo) es alguien que se ha vuelto tan profundamente alienado y amargado que ya no se siente conectado con la sociedad humana.

Su vida no ha ascendido a nada, y su desorden asesino es su manera de llevar su existencia intolerable a un final explosivo. La mayoría de los asesinos itinerantes prefieren la muerte a rendirse; sin embargo algunos se dejan capturar, sabiendo que de una forma u otra, sus vidas como las conocen han terminado.

Se sabe que a este tipo de homicidas los impulsan primariamente dos motivos principales la venganza contra quienes consideran los han despreciado u ofendido y el deseo de demostrar que, por el contrario contrario, es una persona de temer, a quien debieron tener en cuenta. Así  demostrará que es especial en al menos un aspecto poder de causar destrucción. En este caso asi como en el asesino en masa, el objetivo son víctimas específicas aquellos que lo han "ofendido". Pero la aleatoriedad con que asesina también a quienes tienen la desgracia de cruzarse en su camino muestra que su rabia está realmente dirigida contra la sociedad misma.

Perfil del tirador en masa

Podemos diferenciar entre los homicidios intrafamiliares a aquellos que están motivados por la venganza o la envidia, vinculado a relaciones interpersonales donde los sujetos se sienten agredidos, maltratados, o rechazados.  

Respecto al tipo de agresor, una abrumadora mayoría, son hombres. Según la Oficina de Estadísticas Judiciales, los hombres son nueve veces más propensos a cometer asesinato que las mujeres. Y muy pocas mujeres han cometido asesinatos en masa. Los hombres tienen niveles más altos de testosterona que las mujeres, haciéndolos más agresivos, desde el punto de vista biológico.

Frecuentemente al analizar su historial, los sujetos exhiben factores de riesgo que generalmente están ligados a la criminalidad historial de abuso o crianza deficiente, ineficaz o con falencia, tendencias piromaníacas, o maltrato animal, rasgos sádicos, y una personalidad egocentrica y con ausencia de empatía y compasión.

A menudo albergan enojo y delirios paranoicos, tienen baja autoestima y pueden pertenecer a grupos marginados. Suele existir un evento desencadenante, sea la pérdida de un trabajo o el rompimiento de una pareja que lo orilla al extremo. 

Algunos suelen tener afinidad e incluso obsesión por las actividades violentas, tales como las armas, videojuegos o películas violentas.

Pueden analizarse en retrospectiva sus publicaciones en Facebook o alguna red y se detecta que han hecho publicaciones cargadas de odio y resentimiento en alguna ocasión previa. Esto se relaciona con su motivación se sienten de alguna manera muy impotentes ante la situación que enfrentan. La forma en que pueden sentir que son alguien, que son hombres, es conseguir un arma y matar a quien consideran los ha maltratado.

Esta afición y cultura de las armas (que puede estar relacionada con las fuerzas de seguridad y su monopolio de la violencia dada por el Estado), refuerzan la noción de la masculinidad, donde la violencia es relacionada como una forma de obtener y ejercer el poder. Esto se suma a complejidades del modelo social, donde no se proponen ni incentivan formas constructivas de lidiar con la depresión y la decepción. 

A los hombres se les enseña a ser estoicos y no mostrar emoción. También se les anima a tomar riesgos, ser agresivos y no mostrar signos de debilidad o vulnerabilidad.

Suelen ser conscientes de sí mismos como rechazados en una sociedad que valora la masculinidad, el éxito y poder, donde, en una sociedad que valora los logros y donde se espera cumpla con ciertos rasgos, toman conciencia de que han fracasado, viéndose superados por la situación.

Pueden estar motivados por el dolor, la ira, el resentimiento o la sensación de ser usados o maltratados. En la mayoría de los casos, se determina la existencia acontecimientos bastante recientes que ocurrieron a los individuos que, sumado a su deficiente manejo de la la ira y sus rasgos de personalidad, los condujeron al desenlace fatal.

¿Señales e indicadores en los posibles agresores?

 En la mayoría de los casos, hay un largo camino que conduce al verdadero acto de violencia. Sin embargo, a pesar de que existen estas señales de alarma, es extremadamente difícil identificar a esta clase de personas respecto a otros sujetos con perfil criminal que, sin embargo, pueden jamás matar. Muchas personas sufren similares situaciones estresantes y no realizan actos violentos.  Muchas personas padecen de enfermedades mentales, pero sin embargo la mayoría no son violentas.

A pesar de que existe un perfil bastante consistente, no es posible predecir quién matará. Millones de personas son infelices y se sienten impotentes ante situaciones donde se sienten de alguna manera agredidos, usados, rechazados,  y desear venganza, e incluso pueden carecer de empatía, pero la gran mayoría nunca dispararía a otra persona.

Y la fascinación por las armas y las películas violentas prevalece en la mayoría de pre adolescentes y adolescentes, y sin embargo tampoco agreden a otro. Puede sin embargo, prestar atención a aquellos sufren de aislamiento social, debilitamiento de vínculos sociales con familiares, amigos así como sentimientos de insignificancia