El proyecto que impulsó el oficialismo, con el apoyo del massismo y del justicialismo, obtuvo la media sanción con lo cual los pacientes de enfermedades como epilepsia refractaria, alzheimer o con cuadros de dolores crónicos y fibromialgías están más cerca de recibir tratamiento con aceite de cannabis.

La propuesta contempla también un marco regulatorio para que desde los laboratorios y universidades avancen con investigaciones médicas y científicas sobre el uso medicinal de marihuana y sus derivados.

También se establece que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) apruebe la importación de aceite de cannabis, en los casos que los médicos lo autoricen para casos contemplados en el programa, y que su provisión sea gratuita.

El bache de la propuesta del oficialismo es que no contempla el autocultivo con lo cual la ONG Mamá Cultiva y otras 21 organizaciones en esa línea denuncian que el Estado o los laboratorios podrían demorarse años en producir todos los tipos de aceites necesarios para tratar las distintas enfermedades.