Cinco efectivos policiales de la bonaerense fueron condenados a prisión perpetua por el delito de "tortura seguida de muerte". La víctima del hecho fue Gastón Duffau, quien murió luego de haber sido detenido en un local de comida rápida en el 2008, en la localidad bonaerense de Ramos Mejía. 

La víctima había sido detenido el 23 de febrero de 2008 por provocar supuestos disturbios en la hamburguesería. Una vez que los policías lograron reducirlo fue subido a una camioneta oficial y unas horas más tarde, se conoció la peor noticia apareció muerto con signos de haber sido torturado. 

La Justicia provincial dispuso las condenas contra los policías Mauro Adrián Ponti, Luis Albeto Acuña y Rubén Darío Stengruber, como coautores, y de Natalio Hernán De Nardis y Leonardo Ezequiel Brandán, como partícipes necesarios.