El incremento en la tarifas eléctricas anunciado por el Ministerio de Energía no solamente superó a lo solicitado por las empresas en la audiencia pública celebrada el 13 de diciembre pasado, sino que el ajuste recae con mayor peso sobre las familias con menores ingresos.

Los ajustes tarifarios quedaron de la siguiente manera para los hogares que consumen hasta 150 kW mensuales (30% de los usuarios) la suba es del 60%, desde $131 en enero a $211 a partir de febrero; para el estrato 150-300 kw/mes (40% de los hogares) el incremento corresponde al 77%, desde $237 a $420; desde 300 a 600kW/mensuales (40% de los usuarios) el ajuste total será del 90%, por lo que la factura pasaría de $237 a $420; y por último, los consumos mayores a 600 kW/mes (correspondiente al 5% de los hogares) se incrementaran 148%, desde los actuales $1.418 pasarían a pagar $3.524. Este nuevo cuadro tarifario quedó por encima de lo demandado por las empresas en la última audiencia pública, en la que pretendían aumentos del 58%, 71%, 51% y 92%, respectivamente, para los 4 perfiles de consumos mencionados anteriormente

Es muy importante destacar que los mayores consumos eléctricos no se encuentran correlacionados necesariamente con mayores ingresos. Los hogares que no cuentan con acceso al gas, son electro-intensivos porque se calefaccionan, cocinan y se higienizan con electricidad. Del mismo modo aquellas viviendas que no cuentan con acceso a la red de agua potable, utilizan necesariamente energía eléctrica para extraer la misma.   

Impacto de los incrementos tarifarios según deciles de ingresos

El informe realizado por el CEPA (Centro de Economía Política Argentina) permite determinar cuánto representa el consumo mensual de electricidad en el presupuesto total familiar, según los deciles del ingreso familiar en el área de CABA y AMBA. Los ingresos mensuales promedios de cada decil corresponden a $4.100 (1), $7.400 (2), $9.700 (3), $11.900 (4), $14.500 (5), $ 17.400 (6), $21.300 (7), $26.700 (8), $35.000 (9) y el último a ingresos promedios familiares entre $41.200 y $280.000. 

Si bien las tarifas para consumos menores a 150 kW/mes se incrementan en un 60% a partir de febrero, el impacto del aumento tarifario no es el mismo para los diferentes ingresos familiares. El decil 1 pasará de destinar 3,2% de sus ingresos totales al 5,2%; mientras que en el otro extremo, para el decil 10, ese incremento solo representará al 0,35% de sus ingresos. En el caso de los hogares con consumos entre 150 y 300 kW/mes, la tarifa eléctrica para el primer decil pasará de representar el 5,8% al 10,4%, mientras que para el decil con mejor poder adquisitivo representará solamente un 0,69% de sus ingresos totales. Este efecto de pérdida del poder adquisitivo en mayor proporción para los hogares con menos ingresos se confirma en el nivel de consumo entre 300 y 600 kW/mes, que pasa de representar 15,2% al 29% para el primer decil y solamente el 1,93% para el extremo con mayores ingresos. En todos los casos, el incremento recae con mucho mayor peso sobre en los primeros deciles de ingresos. En el segmento de 600 a 1200 kW/mes, el incremento es aún más sensible pero representa solo al 5% de los usuarios.

Según definiciones internacionales, cuando un hogar debe gastar más de un 10% de sus ingresos totales, descontando los gastos fijos (que se pueden aproximar por los gastos alimentarios) el hogar sufre de pobreza energética (CEPA-indEP, Octubre 2016). Este nuevo tarifazo incrementará sin dudas la vulnerabilidad de muchos hogares.

La performance inflacionaria

Lejos parece quedar la meta de inflación del 17% anual prevista por el gobierno cuando se observa el impacto que genera el tarifazo eléctrico en la mayoría de los presupuestos familiares. Por un lado, el gobierno nacional se jactó durante el año 2016 en expresar a la sociedad la nueva transparencia del INDEC con estadística fehaciente, pero cuando se observa el nuevo IPC, solamente el 0,35% de los gastos familiares está destinado al pago de la electricidad. Esta ponderación resulta muy baja, ya que, en la tercera parte de los hogares con menores recursos, el gasto en la luz resulta superior al 10%. Por otro lado, la inflación se alejará del objetivo del gobierno a medida que las tarifas presionen a la suba de todos los bienes, a través del aumento de costos. Para los deciles más bajos, la preocupación de este proceso se concentra en el impacto sobre los alimentos, eje principal de sus gastos. 

Finalmente, cabe recordar que el Gobierno pretende un nuevo aumento de tarifas eléctricas para el mes de noviembre, de modo que fijar un techo a las paritarias en el orden del 17% traerá aparejado una pérdida considerable en el poder adquisitivo de los trabajadores durante el 2017