Las decisiones en Brasil
Por Laureano Bielsa. La situación del país vecino se da por dos familias de factores la crisis económica y la crisis política
Cuando un tema es muy polémico los primeros días es muy difícil entender el fenómeno en su totalidad. La situación de Brasil se da por dos familias de factores. La primera y más importante es la crisis económica que tiene Brasil, que luego de la reelección de Dilma empieza a profundizarse, porque en lugar de seguir la senda que venía tomando el gobierno de Lula y el suyo mismo, popular y distributivo, pone un ministro de economía neoliberal que empieza a tomar las mismas medidas de flexibilización y ajuste que estamos viendo hoy profundizadas en el gobierno de Temer y también en Argentina.
Eso bajó muchísimo el apoyo y la popularidad de la presidente brasileña, la puso en conflicto con sus bases sociales y cuando fue el impeachment se vio claramente cómo su gobierno no contaba con un respaldo institucional ni de las organizaciones sociales y eso precipitó su caída.
Ese marco social y económico se acrecentó cuando llegó Temer y tomó medidas muy similares a las que tiene hoy Macri, reduce los impuestos de los más ricos por ejemplo; y ahora, mientras tiene este conflicto, está intentando aprobar un proyecto de flexibilización laboral muy similar al que tuvimos en Argentina hace unos años, en busca de congraciarse con los sectores más poderosos de la Cámara de Comercio de San Pablo.
En segundo lugar, hay una crisis política que es producto de un enorme nivel de corrupción diseminado en toda la clase política brasilera, un conflicto que promete salpicar a otras clases políticas del resto de América Latina, porque Odebrecht ya dijo que ofreció coimas a todo el mundo. Y cuando hay una combinación de falta de legitimidad del sistema político y de crisis económica lo que tiene que pasar es que el pueblo brasilero se exprese. ¿Cómo? A través de las urnas, a través de una elección anticipada.
Pero es particularmente importante que, con la pos verdad de los medios de comunicación, cada centímetro de información verdadera, falsa, tergiversada que existe sobre cada político brasileño está impresa en los medios, ya es de dominio público, más todavía cuando el 1 de junio termine el acuerdo de confidencialidad con Odebrecht y esos datos sean públicos.
Ahora bien, esa elección se tiene que dirimir no sobre la base de la corrupción, porque la corrupción es una, si bien puede afectar a un conjunto social, es en definitiva una consecuencia de actos individuales. Se tiene que definir sobre las propuestas de gobierno, porque, por más que metan presos a todos los políticos, esto no va a cambiar cómo está organizado un país ni las últimas medidas que se tomaron.
Si hay medidas que no son buenas o que han hecho que el pueblo esté peor, las tiene que deshacer alguien conscientemente que esté elegido en un cargo para hacerlo. Entonces creo que la única salida de Brasil es por la vía democrática llamando a elecciones anticipadas.