El 1 de marzo del 2017, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, inauguró el 145º período legislativo y desde ese entonces la Cámara de Diputados sólo sesionó una vez y ya hay más de 1200 proyectos que esperan su tratamiento, en ese sentido Diagonales consultó a los bloques de la oposición, para conocer su postura.

Desde el bloque de diputados del Frente Renovador (FR) aseguran que es "normal" el ritmo que adoptó la Legislatura en 2017 en el marco de un "año electoral", y que "siempre se ha sesionado muy poco" cuando hay comicios.

Sin embargo, con una revisón de los órdenes del día que se publicaron los últimos tres años de elecciones, se puede ver que hubo más movimiento que el que han tenido las cámaras este año. En 2011, período en el que la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner resultó ganadora por el 54% de los votos, los diputados realizaron 17 encuentros. En 2013, año de recambio legislativo, hubo 13 encuentros; y en 2015, en la elección que resultó ganador tanto en Nación como en Provincia, el Frente Cambiemos, 11. En todos los casos, para mayo los diputados ya habían sesionado al menos cinco veces.

Por otro lado, desde los bloques peronistas se mostraron disconformes con el ritmo de trabajo de la Legislatura porque "hay muchos proyectos importantes para la vida de los bonaerenses que no logran trabajarse como es debido", confirmaron a Diagonales. En ese marco, señalaron que al no haber sesiones, los proyectos que presentan los distintos bloques, "no logran tomar estado parlamentario, con lo cual ni siquiera pueden ser tratados en las comisiones".

De esa manera, desde el 23 de marzo, ninguno de los más de 1200 proyectos legislativos que ingresaron por mesa de entrada al recinto, han sido trabajados por las diferentes comisiones asesoras. Por el contrario la Cámara de Diputados en marzo, abril y en lo que va de mayo, se ha convertido en un centro de simposios y charlas. 

Finalmente, cabe la pregunta si es una estrategia electoral del Frente Cambiemos para evitar evidenciar su posicionamiento frente a temas que podrían volverse controversiales y focos de campaña; o si directamente el interés del Ejecutivo se volcó a las elecciones y decidieron postergar la desgastante tarea legislativa.