¿Qué significa que Trump reconozca a Jerusalén como capital de Israel?
Hasta el pronunciamiento del Presidente de Estados Unidos del pasado miércoles, ningún país había expresado su reconocimiento a la capitalidad israelí sobre Jerusalén
El reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y el anuncio del traslado de la embajada norteamericana de Tel Aviv a esa ciudad han generado gran controversia a nivel mundial. Si bien el presidente de Estados Unidos justificó la medida como “un reconocimiento de la realidad”, ésta ha sido interpretada por la comunidad internacional como una violación de la diplomacia como instrumento para solucionar los conflictos.
La declaración -que ha sido considerada como un aniquilamiento de toda negociación de paz- provocó también manifestaciones que condenan en masa la medida unilateral del presidente de Estados Unidos. En medio de enfrentamientos entre la población palestina y el ejército israelí, el lider palestino Mahmud Abbas dijo que, con su decisión, Trump “declaró que se retira” del proceso de paz.
Este hecho sin dudas coloca a EE.UU. en abierta contradicción con el modo en que a nivel internacional se ha tratado de abordar el conflicto palestino-israelí a lo largo de la historia. Cabe recordar que en Mayo de 2016, el entonces secretario general de la ONU, Ban Ki moon, había asegurado durante una conferencia internacional sobre Jerusalén que “el estatus de esa ciudad sigue estando en el corazón de cualquier solución negociada sobre el conflicto israelí-palestino”.
Es por esto que no sorprende que en tan solo un par de horas distintas voces se pronunciaran en rechazo a la medida. Un ejemplo es el caso del Presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien dijo que "esta decisión es una decisión lamentable que Francia no aprueba y que va en contra de la ley internacional y todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas". En esta línea también se posicionó Turquía, quien aseguró que esto sería “una enorme catástrofe”.
En lo que refiere a la región árabe, desde Jordania se advirtió que la medida tiene "consecuencias graves", como así también se expresó el jefe de la Liga Árabe, Abul Gheit, quien indicó que la decisión "nutriría el fanatismo y la violencia".
En este sentido, observar lo expresado por distintas voces de la comunidad internacional es muestra clara de la peligrosidad y de la incoherencia que el reconocimiento hecho por Trump posee en vistas a una solución pacífica del conflicto palestino-israelí.
El trasfondo de la decisión. La política exterior del magnate parece obedecer a dos objetivos principales. En primer lugar, es una muestra más en el intento de romper con sus predecesores en la forma de llevar a cabo la política exterior. En segundo lugar, se encuentra el objetivo de satisfacer a su electorado, y, en particular, al lobby proisraelí (con gran relevancia en EEUU). En síntesis, Trump sigue en su lógica de ser el “anti político” que no parece estar de acuerdo con lo “políticamente correcto”.
Lo cierto es que en medio de tanta polémica, el “gran ganador” es el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, quien calificó el anuncio de “día histórico” y “paso importante hacia la paz”. Declaraciones que no están en sintonía con el accionar de su gestión en relación al conflicto, ya que su Gobierno de línea dura no ha demostrado tener un serio interés en conseguir la paz o al menos no con una solución a “dos Estados”, la cual tendría el apoyo palestino.
Más allá de cualquier análisis geopolítico, lo que genera preocupación a nivel mundial es cómo se desarrollará la cuestión en este conflicto de larga data que, al día de hoy, parece no encontrar solución posible.