Con su pico cebador exclusivo para mate, los termos Lumilagro son un emblema de la industria argentina. Al menos, lo eran hasta ahora. Tras la decisión de abrir las importaciones del Gobierno nacional, la empresa decidió “reinventarse” y empezar a importar el 60% de sus productos. 

A partir de ahora, Lumilagro empezará a comprar termos a China y reducirá drácticamente su producción. Como parte de ese plan, la compañía despidió a 130 trabajadores de una planta total de 200. 

Hace apenas dos semanas, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebraba la apertura a la importación de termos y criticaba directamente en sus redes sociales a la tradicional empresa argentina. 

“Una historia que te dejará más frío (o caliente) que el agua en un termo Lumilagro”, escribió entonces al destacar la firma de la Resolución 835/25 del Ministerio de Economía. De esta manera, el funcionario nacional no soló festejó el final de 23 años de protección arancelaria para la industria local de termos sino que atacó directamente a una firma nacional.

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X de Fede Sturzenegger

El cambio de política, sumado a la recesión económica y la fuerte caída del consumo, no tardó en revelar su impacto: despidos masivos y reducción de la producción nacional. Lumilagro contaba con una planta de 200 trabajadores, pero en los últimos días despidió a la mayoría del personal y se quedó con apenas 70 empleados. 

El gerente comercial de la empresa, Carlos Bender, detalló que la empresa implementará un esquema mixto: el 60% de los termos serán importados desde Asia y el 40% restante continuará fabricándose en el país. “Esto es re-adaptarse o morir”, explicó el empresario en diálogo con Infobae. 

Finalmente, Bender cuestionó la falta de controles fronterizos y la proliferación del contrabando durante el último tiempo. Desde Lumilagro señalaron además que los cambios en el sistema de estampillado que impulsó la cartera de Sturzenegger benefician al contrabando, pues hacen más difícil la posibilidad de distinguir entre productos legales e ilegales.