A principios de esta semana el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organizó la feria Expo Empleo Joven.  La intención oficial era generar un vínculo entre algunas empresas y jóvenes profesionales en búsqueda de una mejor situación laboral. Ahora bien, la realidad social estalló frente a los organizadores que esperaban una concurrencia de alrededor de 10 mil personas. Los números finales fueron que cerca de 200 mil jóvenes que deambularon en la rural en búsqueda de una solución ante la falta de trabajo.

Frente a esta situación el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) realizó un informe para analizar este fenómeno. Concluyeron que desde que Cambiemos llegó a la Casa Rosada a finales de 2015, la tasa de desempleo en jóvenes entre 18 y 25 años se incrementó en más de 3 puntos porcentuales, llegando a un máximo de 23,63% en el segundo trimestre de 2016. 

Los incrementos registrados en la tasa de desempleo en los jóvenes fueron similares a los aumentos experimentados por el desempleo general. Sin embargo, los jóvenes de entre 18 y 25 años son especialmente vulnerables en términos laborales, con altas tasas de desempleo persistentes aun en situaciones mucho más favorables para el mercado de trabajo en su conjunto.

Ahora bien, si observamos el desempleo juvenil, desde 2008 hasta 2015 se constata una sostenida disminución -con la excepción del año 2009 que coincide con la crisis internacional- y el recesivo año 2016. En el segundo trimestre de 2004 el desempleo juvenil se ubicó en 27,86% y se redujo sensiblemente a 17,12% para el segundo trimestre de 2008. Desde este año hasta 2015 el desempleo juvenil se ubicó en torno al 17%, exceptuando el año 2009 en donde el desempleo llego al 19,94% de los jóvenes. Este nuevo piso estructural del desempleo juvenil se rompe en el año 2016, en donde se registra un fuerte salto llegado a 23,63% en el segundo trimestre.

Adicionalmente el CEPA registró un cambio profundo en la orientación de las políticas públicas orientadas a resolver la problemática de desempleo en esta franja etaria. El viraje de la gestión de Maurico Macri se visualiza en el diagnostico del problema.

El informe sostiene que en la administración previa el diagnóstico principal se fundamentaba en la necesidad de profesionalizar la mano de obra de la juventud para garantizar el acceso a mejores empleos. Este tipo de políticas propiciaban el aumento en los niveles de escolarización y en el ingreso a la universidad, como ejemplo podemos mencionar el PROGRESAR y la apertura de nuevas universidades orientadas al ingreso de primeros universitarios en las familias.

Ahora bien, desde la gestión Cambiemos el diagnóstico es otro y el problema es focalizado en la necesidad de disminuir el costo salarial de los trabajadores jóvenes para que las empresas puedan contratarlos con menores erogaciones. En este tipo políticas podemos mencionar a convenios de primer empleo con empresas como Mc Donalds, el Plan Primer Empleo o  el Programa de Inserción Laboral.

Estos tres últimos programas son ejemplos de la planificación de políticas laborales que ponen el foco sobre la flexibilización de la mano de obra para aumentar la demanda del empleo. De esta manera, se piensan planes de acción que focalizan en las necesidades de los empleadores cercanos al gobierno nacional más que en proteger los derechos de uno de los sectores más vulnerables del mercado de trabajo, los jóvenes.

Como contracara al aumento de la desocupación en el segmento comprendido entre los 18 y los 25 años en el año 2016, los esfuerzos oficiales se concentraron en lograr que esta fuerza de trabajo sea más "barata" para los empleadores, dejando en segundo plano las políticas que promovían su calificación y profesionalización.