La Base Naval de Mar del Plata sigue siendo el escenario, el lugar de contención y de hospedaje para los familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan. Desde el primer día, cuando las madres, los padres y las esposas de las tripulantes se enteraron de lo ocurrido, llegaron a la base naval, donde recibieron contención psicológica y apoyo espiritual. Por otro lado, las muestras de cariño de los ciudadanos argentinos y las muestras de acompañamiento en particular de los marplatenses se vivía a cada segundo en las puertas de la institución.

El alambrado principal luce ahora con cartas, banderas argentinas y mensajes de fuerza de la gente para los 44 tripulantes y sus familias. Hay que señalar que hace una semana, el jueves pasado, cuando a los familiares se les habló de explosión, muchos de ellos no volvieron a la Base Naval y otros decidieron esperar porque tenían un hilo de esperanza. Aún más, sintieron esa desazón, cuando Enrique Balbi brindó una conferencia de prensa en Buenos Aires y confirmó la finalización del procedimiento de rescate; que sin embargo, trascendió que continuará.

La búsqueda del submarino marcó un antes y un después, los familiares al enterarse de que no habría sobrevivientes se han retirado para cerrar este capítulo tan triste; pero otros, permanecen porque quieren expresar su dolor y expresarle a la Armada que continúe con el operativo de rescate. Muchas madres y padres de tripulantes confían que sus hijos están vivos. También, hay familiares que van a iniciar acciones legales contra la Armada Argentina.

De todos modos, en la Base Naval de Mar del Plata se sigue respirando un clima de tristeza, dolor y resignación.

*Periodista. Twitter: @salonia_adrian[1]