La idea de la justicia social está orientada a la creación de las condiciones necesarias para que se desarrolle una sociedad relativamente igualitaria en términos económicos y de oportunidades. Es lograr un reparto equitativo de los bienes sociales. Es respetar los derechos humanos y generar oportunidades de desarrollo; y la justicia social involucra también la concepción de un Estado activo, removiendo los obstáculos que impiden el desarrollo de relaciones en igualdad de condiciones.

Un siglo atrás, en su creación en 1919, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce que es necesaria la justicia social para la paz y armonía.  Y en su constitución había un verdadero reconocimiento a la importancia de la justicia social para el logro de la paz, en contraste con un pasado de explotación de los trabajadores en los países industrializados.

Sostiene la OIT en su preámbulo

"Considerando que existen condiciones de trabajo que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para gran número de seres humanos, y que el descontento causado constituye una amenaza para la paz y armonía universales, es urgente mejorar dichas condiciones& "

En orden a lo anterior, entiendo que una sociedad transita el camino hacia el equilibrio o armonía, y el camino de la paz social cuando (entre otros ciudadanos) los trabajadores participan equitativamente del "ingreso nacional" y hay políticas activas desde el Estado para que esto suceda.

El "ingreso nacional" es una magnitud económica, o una forma de medir los ingresos que reciben todos los "factores productivos" nacionales en un periodo determinado; y es un indicador que sirve para conocer en qué forma se distribuye el ingreso, y para saber cuánto participan los trabajadores (cuánto reciben en forma de salarios) y cuánto percibe el capital.

De un tiempo a esta parte se observa una caída de la participación de los trabajadores en el ingreso nacional, y en consecuencia un reparto menos equitativo de ese ingreso, a saber

Según el informe de coyuntura del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), dependiente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA)

"La transferencia de recursos desde los trabajadores hacia sectores económicos, implicó una caída en la participación de los asalariados en el ingreso del 37,4% (2015) al 34,3% (2016), y  alcanzó los $ 256.000 millones en 2016". 

Los salarios pierden participación a favor del capital por medio de una política económica estatal de transferencia de ingresos desde los trabajadores hacia otros sectores económicos. Los instrumentos de esa política económica son la devaluación, la quita o baja de retenciones a las exportaciones, el aumento de las tarifas de los servicios públicos, la apertura comercial, la liberalización del movimiento de capitales y la suba de la tasa de interés.

La perdida, el deterioro o la reducción de la participación de los trabajadores en el ingreso nacional, así como de otros sectores de la ciudadanía -que perciben ingresos a través de subsidios, prestaciones de la seguridad social, y asistenciales, etc.-  conlleva situaciones cada vez más inseguras e inciertas en los sectores sociales más desfavorecidos, y esto provoca crecientes niveles de pobreza y desigualdad.  La creciente desigualdad, la injusticia, tienen consecuencias concretas y visibles que son motivo de preocupación en nuestras sociedades, y nos interpelan.   

Sociedades desiguales (inseguras socialmente, injustas socialmente), con una distribución regresiva de la participación de los trabajadores en el ingreso nacional, -diría- que son sociedades sin paz.