La disputa por la jefatura del bloque en Juntos por el Cambio en el Senado bonaerense
Vidal con el desafío de ordenar a los propios
Culminadas las elecciones de octubre, se empieza a reacomodar el nuevo mapa de poder en la provincia de Buenos Aires y, de la mano, los nuevos roles y cargos dentro de cada espacio.
En ese contexto, la Legislatura bonaerense es un lugar clave donde muchos posan sus miradas. Por ahí pasarán las leyes más importantes, las que Axel Kicillof y equipo deberán promover y eventualmente negociar con sectores de la oposición para llevar a cabo su gobierno.
Del 27 de octubre para acá, puertas adentro de Juntos por el Cambio la rosca está a la orden del día y se discute la postura de Mauricio Macri (que aseguran, seguirá haciendo política) y en terreno provincial el liderazgo de María Eugenia Vidal.
Para sostenerlo, deberá equilibrar fuerzas entre los PRO (una docena de senadores), los radicales (otros seis), los "lilitos" (tres), el monzoísmo (representado en Geloso) y el poder de los intendentes.
En los pasillos de la Cámara Alta hoy se está discutiendo todo. Representatividad, estrategia y poder. Cargo por cargo. Los casilleros a llenar son, además de la presidencia de bloque, las autoridades de Cámara. Y posteriormente las comisiones.
Para conducir el bloque se anotan varios. Especialmente el sector de la Unión Cívica Radical, que se cansaron de ser el furgón de cola del PRO. Roberto Costa, aseguran, tendría confirmada su continuidad. Por experiencia y lealtad.
Los intendentes de peso, como Jorge Macri y Gustavo Posse, no se quedan atrás y coincidirían en que para encarar esta nueva etapa, se necesitan legisladores con trayectoria y capacidad de diálogo. De esta forma, apoyarían que siga Costa dirigiendo los destinos legislativos en el Senado.
También son parte de la discusión los senadores referenciados directamente con Vidal, y su mano derecha, Federico Salvai. Quienes deberán esperar un tiempo para que el vidalismo tenga cargos de conducción en la Cámara Alta.
En tanto, el trío "lilito" (¿con Carrió alejada de todo?) no opone resistencias a la continuidad de Costa . Y, por su parte, Geloso tendría un pie afuera del espacio.
La disputa no será fácil y promete dejar heridos, como en cada negociación política. Lo que es seguro es que Juntos por el Cambio deberá recalcular, ponerse el chip de oposición y armarse para recuperar el poder en los próximos años.