El voto castigo en América Latina
La región vive un intenso período electoral donde, entre octubre de 2017 y fines de 2019, 14 de los 18 países eligen a sus presidentes. La victoria de Bolsonaro en Brasil, ¿a qué responde?
¿A qué responde la victoria de Bolsonaro en Brasil? Una nueva derrota de la "izquierda" en América Latina y el avance de la derecha. En lo que va, desde octubre de 2017, los procesos electorales en Latinoamérica están mostrando una característica común: la utilización por parte de la ciudadanía de las urnas como una herramienta de castigo a los partidos tradicionales, a la clase política y al mal funcionamiento de las instituciones democráticas.
¿Cómo se llega hasta acá? Se llega a partir del agotamiento generado en la sociedad en relación a un Estado que se torna insuficiente, a la política bañada en corrupción, a los empresarios más como un destructor que un motor del país. Esta mezcla sostenida en el tiempo es explosiva, y solo lleva a un lugar: una crisis de representatividad política, lo que significa la ruptura del lazo entre los ciudadanos y la política.
Dicho de otro modo, es el reflejo de una sociedad que no cree en el sistema como se conoce hasta ahora. Este voto castigo contra el sistema provoca que el electorado latinoamericano vote contra alguien más que a favor de algo.
Es en este vacío entre ambas partes donde se está dando lugar en los últimos años al concepto de rechazo a lo dicho anteriormente. Sobre ese concepto de rechazo es que se construyen nuevos discursos políticos, en el que se enmarcan figuras como Trump en Estados Unidos y Bolsonaro en Brasil.
Ambas opciones políticas rompen constantemente con “lo políticamente correcto”, y lo enfrentan constantemente. Son la opción del rechazo a lo conocido hasta ahora como política y vinieron a patear al tablero, tanto a nivel interno como así también en el escenario internacional.