En tiempos en los que la inflación es observada con lupa, no sólo por la capacidad de compra de la población, sino por las negociaciones salariales para este año en los distintos rubros, las subas en los servicios tienen un rol fundamental. Tras el tarifazo del año pasado que generó fuertes protestas de todo el arco opositor, este año continúan las subas y en abril es el turno del gas.

El Gobierno, a través de su ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren aseguró que dicho aumento se realizará en tres etapas, abril y octubre de este año y en abril de 2018. El objetivo que aseguró tener el funcionario es cubrir los ingresos que plantearon transportistas y distribuidoras.

Este viernes se realizará una nueva audiencia pública para tratar el aumento del gas, esta vez en el ítem que va las petroleras. La intención del Ejecutivo es paliar los aumentos para que no se sientan tan fuertemente, sobretodo sabiendo que nos encontramos en un año electoral y que "la gente vota con el bolsillo".

Según la Resolución 212 que dictó el Ministerio de Energía después de la audiencia realizada en septiembre pasado, el precio promedio ponderado del gas desde octubre del año pasado es de u$s3,42 por millón de btu, y a partir de abril ascenderá a u$s3,77, con un alza del 10%, que llegará al 20% para los usuarios residenciales que usan menos de 1.000 metros cúbicos anuales.

El único atenuante es que ahora desde un principio está decidido que los montos a pagar por los residenciales tendrán tope para las categorías R1 a R23, los aumentos no podrán superar el 300%, para R31 a R33 no superarán el 350%, y para R34 no podrán significar más del 400% .