El Gobierno nacional atraviesa quizás su peor momento político, justo antes de cumplirse seis meses de gestión. Su cruzada por la refundación de la Argentina sólo viene entregando una pila de problemas irresueltos, producto de la ineficacia y la inexperiencia de quienes conducen el Estado, así como también por la falta de designaciones que hoy mantiene casi en una parálisis a la administración pública. A eso se sumaron en estas últimas semanas dos elementos que jaquean el relato oficialista: una crisis política interna entre el propio equipo de gobierno, y los casos de corrupción que florecen en el Ministerio de Capital Humano bajo la firma de Sandra Pettovello.

En este contexto, el Gobierno enfrentará una semana compleja en la que la protesta social, que viene golpeando desde el inicio de la gestión, se intensificará al calor de una economía que no levanta y multiplica los reclamos. Habrá paro de trenes y de docentes universitarios, movilizaciones en la calle con consignas contra el hambre, y las centrales sindicales ya preparan paros y movilizaciones contra la ley bases, que quedó a un paso de llegar al recinto del Senado.

El lunes la agenda arrancó marcada por el escándalo de los sobre sueldos en Capital Humano y la falta de entrega de alimentos, pero también por el nuevo aniversario del Ni Una Menos. El movimiento de mujeres y disidencias plantó su voz pública en la denuncia del desfinanciamiento a las políticas destinadas a abordajes contra la violencia de género, así como también contra la durísima situación económica que afecta hoy a las mayorías populares.

En la convocatoria a la movilización del 3J por parte de Ni Una Menos encabeza la consigna “Con hambre y odio no hay libertad”, y se enfatiza el hecho que la pobreza haya alcanzado el 55% y la indigencia el 18%. La ONG feminista ELA publicó datos sobre la reducción del financiamiento y la ejecución presupuestaria para políticas destinadas a combatir la violencia de género y promover la igualdad de derechos. La organización identificó un 33% de recorte presupuestario integral para ese sector de políticas públicas, una caída del 80% en la ejecución interanual del Programa Acompañar y del 25,5% en el presupuesto de la línea 144. El ajuste impacta en todas las áreas de gestión y unifica los reclamos en contra del Gobierno nacional.

El atraso de los salarios contra la inflación es una problemática transversal a toda la sociedad y también viene generando protestas de diferentes sectores. Esta semana estará marcada por una nueva medida de fuerza en el sector ferroviario. La Fraternidad informó, a través de titular, Omar Maturano, que el martes realizarán un paro de 24 horas en reclamo por el aumento de los sueldos que “están congelados desde hace cuatro meses”. Ya la semana pasada el gremio realizó una protesta circulando las formaciones durante el jueves a una velocidad de 30 km/h, lo cual generó graves inconvenientes en el transporte de pasajeros. Con el Ministerio de Capital Humano en llamas por las denuncias que florecen en sus distintas áreas, la incapacidad para gestionar este conflicto laboral llevará a una nueva protesta que caldeará el clima social por segunda semana consecutiva.

Semana caliente: La protesta social pone en jaque a un Gobierno en crisis

A esto se suma también el paro nacional que el Frente Sindical de Universidades Nacionales (FSUN) determinó para el próximo martes y miércoles. Los docentes universitarios de todo el país no dictarán clases por 48 horas en el marco de un reclamo salarial por el cual no reciben ninguna propuesta por parte de Capital Humano.

La semana pasada se realizó una reunión entre los sindicatos docentes y los funcionarios de Educación, secretaría contenida en la órbita del Ministerio que conduce Pettovello, pero nuevamente la impericia del Gobierno empujó a los trabajadores a una medida de fuerza. “El Gobierno no realizó ninguna propuesta concreta que diera respuesta a la pérdida salarial que mantiene a más de la mitad de trabajadoras y trabajadores docentes y no docentes por debajo de la línea de pobreza” informó el FSUN en un comunicado en el que anunció también el paro por 48 horas de esta semana.

Cabe resaltar que el pasado 23 de mayo docentes de todo el país realizaron un paro en todos los niveles con una amplia agenda de reclamos educativos, entre los cuales se encontraba el atraso de los salarios. El campo educativo viene siendo uno de los puntos más flacos del oficialismo y las respuestas no llegan, por lo que todo pareciera indicar que el clima de conflictividad no hará más que incrementarse con el paso de las semanas.

Semana caliente: La protesta social pone en jaque a un Gobierno en crisis

Pero el sindicalismo no está encarando protestas den forma fragmentada y con sectores aislados. A los dos paros generales que ya se sucedieron en menos de 6 meses, se le sumaron distintas medidas de fuerza inter sindicales que agruparon a varios sectores. En ese camino va la protesta contra la posible sanción de la ley bases, que quedó a un paso de ir al recinto del Senado, y que tendrá su réplica en las calles.

ATE ya anunció un paro de los estatales por 24 horas con movilización al Congreso para el día que se trate la ley en el Senado. “Esta iniciativa, que va a ser llevada al recinto, contiene una reforma laboral absolutamente regresiva en materia de derechos y, particularmente en el empleo público, contempla un retroceso de manera directa y sin escalas a la última dictadura militar. El día que se debata, nos vamos a movilizar de manera masiva al Congreso para exigirle a los senadores su completo rechazo”, sentenció Rodolfo Aguiar, titular de ATE, tras un plenario en el que se definió la medida de fuerza y la convocatoria.

Con los tiempos apremiando y la necesidad de una victoria política en forma urgente para el oficialismo, el paso a recinto del proyecto de ley podría darse para fines de esta semana. En ese caso, el movimiento obrero será uno de los puntales que volverá a copar las calles del centro porteño metiendo presión para que sea rechazada. Y ATE no es el único sector convocante para ello.

Pablo Moyano convocó a un plenario de regionales de la CGT para este lunes en la sede de Azopardo. El objetivo es definir la convocatoria a movilizar al Congreso el día que se trate la ley en el Senado. El poder de fuego de Camioneros y de la principal central obrera del país está lanzado a enfrentar a fondo la iniciativa del Gobierno, y esta podría ser la tercer gran movilización que organicen en estos meses, tras el paro general del 24 de enero, y la movilización del primero de mayo. Por su parte, la CTA Autónoma también confirmó, a través de Hugo Godoy, que movilizarán el día del tratamiento de la ley en el Senado.

Todo este contexto marca un combo explosivo para el Gobierno en una sola semana, en paralelo a la profunda crisis política que atraviesa el gabinete desde la salida de Nicolás Posse y Pablo De la Torre junto a toda su tropa de Capital Humano. Ante ese conflicto en particular, el Gobierno aún debe resolver la entrega de los alimentos, que todavía no comenzó y abre la puerta a más protestas por la que los movimientos sociales se mantienen en estado de alerta.

La realidad empieza a pasarle facturas al oficialismo y marcarle que no puede gobernar sumergido en su burbuja e las redes sociales y los tours internacionales de Milei. La falta de respuestas y soluciones concretas a los problemas que aquejan a la gran mayoría de los argentinos, muchos de los cuales el propio Gobierno generó o profundizó con crudeza, viene siendo la marca distintiva de la gestión de La Libertad Avanza. Los tiempos se van acortando y el termómetro principal está en la calle. Esta semana se verá cuánto sube esa temperatura.