Hace unos días el INDEC publicó los datos oficiales sobre la capacidad instalada industrial para el mes de abril de 2017. En este informe se indica que actualmente se está utilizando un 64.5% de la potencia industrial; esto representa una caída de 0.3% con respecto a abril de 2016 y una 6.2% menos en comparación con el mismo mes de 2015.

Desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) se ha  analizado, en informes anteriores, cómo la dinámica general de creación de valor experimentó cambios profundos desde finales de 2015, generando que sectores que antes crecían por debajo del promedio de la economía empezaran a tener desempeños destacados. Entre estos últimos podríamos señalar a la Intermediación Financiera, los Servicios de luz, gas y agua, la Extracción de minerales y la Agricultura y Ganadería. Por el otro lado, sectores que supieron tener un crecimiento positivo durante varios años vieron decrecer su participación a partir de 2016. Estos sectores podríamos denominarlos como los perdedores del nuevo modelo económico y entre sus principales afectados se encuentra la Construcción y la Industria manufacturera.

Existen al menos tres factores que explican el muy bajo desempeño de la industria durante 2016. Primero, la caída de las ventas, dado que un gran porcentaje de los sectores manufactureros depende de lo robustecido que este el mercado local. Así, en un contexto de fuerte caída de los ingresos de la población el sector industrial vio caer sus ventas como consecuencia. Segundo, el aumento exponencial de las tarifas de los servicios de agua, luz y gas. Muchos productores vieron aumentar sus costos energéticos generando que se vuelvan impagables. Por último, una avalancha de productos importados que compiten con los producidos localmente. 

Los argumentos plasmados en los párrafos anteriores son confirmados por la publicación de esta semana del instituto de estadística y censo sobre la capacidad industrial.  Este  indicador mide la proporción utilizada, en términos porcentuales, de la capacidad productiva del sector industrial en el país. Se consideran criterios técnicos, como el aprovechamiento potencial de las plantas productivas, empleando el máximo de turnos posibles y las paradas necesarias para el mantenimiento apropiado de dicha capacidad. En el gráfico 1 puede observarse que la capacidad instalada durante el 2015 estuvo entorno al 68% con un pico del 73% en septiembre; mientras que, en lo que va del 2017, el promedio es del 62% tocando el piso histórico del 60% en febrero.

Este indicador vuelve a convocar la sensación histórica de oportunidad perdida, la misma que en 1955 y 1976.  De esta manera, las políticas neoliberales interrumpen nuevamente el proceso de desarrollo, contradictorio y conflictivo, que estaban gestando la Argentina pujante e igualitaria que tanto esfuerzo demanda. En Octubre en las urnas se plebiscitaran el camino a seguir, veremos entonces si nos esperan dos años de profundización neoliberal o simplemente recordaremos este periodo como una leve interrupción de un sostenido proceso de crecimiento.