Crudo invierno de tarifas
Por Mariano Gendra. Estamos entrando en un invierno muy crudo, no solo por una cuestión climática, sino por los nuevos tarifazos
A los aumentos previstos y ya anunciados a principio de año de nafta, peaje, celulares y alquileres, hay que agregar los aumentos de electricidad y gas, que si bien ya fueron anunciados a principio de este año, recién empiezan a tomar incidencia y trascendencia con la llegada de las boletas a partir del ingreso de este invierno.
En el caso del gas estamos hablando de un aumento que va desde el 178 hasta el 325% con topes entre 300 y 400% en la factura. Y para el caso de la electricidad hablamos de un aumento promedio del 68 al 234%, esto es producto de resoluciones emitidas tanto por el ENARGAS como el ENRE durante los primeros meses del año en donde establecieron los nuevos cuadros tarifarios producto de las audiencias públicas que se realizaron en los últimos meses del año pasado.
Pero no solamente cambia la tarifa, sino que también va a cambiar el valor del cargo fijo. Y en el caso de la electricidad el cargo fijo deja de ser bimestral para pasar a ser mensual, implicando que más allá del consumo real, el usuario va a tener un aumento considerable en su factura con cargos fijos en periodos menores.
Esto es en el marco de una economía en plena recesión con una baja abrupta del consumo, donde hay supermercados con 18 meses de recesión en el consumo, es decir de baja; donde hay tasas altísimas, un déficit fiscal por las nubes y una economía que no logra repuntar y no muestra los brotes verdes que se vienen anunciando desde principios del 2016.
Estas medidas indican que estamos entrando en un invierno muy crudo, no solo por una cuestión climática, sino por este nuevo tarifazo abrupto y que no tiene en cuenta el efecto social directo e indirecto en los bolsillos de cada uno de nosotros.