El Día Internacional de la Mujer es una fecha bisagra para las mujeres e identidades feminizadas. Una fecha que conmemora la lucha diaria por una participación igualitaria en la sociedad y la posibilidad de desarrollarse íntegramente como personas. Una fecha que reivindica las luchas colectivas que sostienen y garantizan el derecho de las mujeres a tomar decisiones en todas las esferas de la vida: la igual remuneración, la distribución equitativa de los cuidados y el trabajo doméstico no remunerado, el fin de todas las formas de violencia contra las mujeres, las niñas e identidades feminizadas.

El 8 de marzo miramos para atrás pero solo para volver la mirada hacia el frente. Recordamos la protesta pionera de 1881 en San Luis, cuando un grupo de docentes mujeres realizó una huelga por falta de pagos de sus salarios. Recordamos a Virginia Bolten, Julieta Lanteri y Alicia Moreau, entre otras tantas. Celebramos la conquista del sufragio femenino en 1947, la ESI, la reciente aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y el Plan Nacional de los 1000 días promovidos por el gobierno de Alberto Fernández. Y comprendemos cuánto hemos logrado juntas cuando disponemos de un Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad Provincial y Nacional, de un fortalecimiento de las áreas de género y de la mujer en todo el país, de un programa nacional para erradicar la violencia machista.

El pasado nos enorgullece, nos empodera, nos une todavía más, pero no nos conforma. La pandemia del coronavirus incrementó el flagelo de las situaciones de violencia doméstica y los femicidios. Mirar para adelante es conservar en la memoria a las víctimas y promover políticas públicas integrales, efectivas y consensuadas que combatan la opresión patriarcal.

Hoy reflexionamos sobre las conquistas históricas en materia de igualdad de género y la importancia de un Estado presente para concretar ese compromiso ineludible de toda la ciudadanía. Hoy, también, miramos hacia adelante, conscientes de la necesidad de diseñar, implementar, fortalecer y transversalizar todas las políticas públicas necesarias para erradicar la violencia, la desigualdad y la discriminación vigentes en nuestros vínculos sociales e instituciones. Requiere de todxs consolidar lo alcanzado para seguir construyendo caminos de igualdad.

Hagamos de este 8 de marzo una jornada dedicada a la conciencia.

* Zarateña, socialista y militante de Nuevo Zárate.
 Diputada Provincial por la Segunda Sección Electoral del Frente De Todos. Twitter: @Patmoyano