Tal y como ya se venía prediciendo a finales de 2020, desde el pasado mes de enero el Instituto Provincial de Loterías y Casinos (IPLyC) ha habilitado el juego online en la provincia de Buenos Aires, concediendo asimismo siete licencias para emprender esta actividad a otros tantos operadores.

Para llevar a cabo estas concesiones se han tenido en cuenta una serie de criterios aplicados a las 14 empresas que habían realizado su solicitud. Entre estos destacan la posesión de una licencia actual y en regla, un análisis de sus productos, evaluación financiera, experiencia en el sector, calidad y rendimiento del sistema técnico o su plan de juego responsable.

Uno de los condicionantes a la hora de poder optar a una de las licencias expedidas era que cada aspirante, bien como persona humana o jurídica o bien en forma de entidad privada o pública, debían tener constituido el domicilio en la provincia de Buenos Aires. Paralelamente a esto se abría una puerta a las personas jurídicas extranjeras, que en caso de aspirar a una licencia deberían hacerlo junto con otra persona jurídica nacional en la modalidad de UTE (Unión Transitoria de Empresas), siempre y cuando la participación social de la parte argentina sea igual o superior al 15 % en relación a su socio extranjero.

El IPLyC ya había establecido que, tras la adjudicación, cada uno de los licenciatarios debería abonar una cantidad de 65 millones de pesos. De este monto, se han de sufragar 26 millones de pesos en el momento de realizar la suscripción al convenio que formaliza la concesión de la licencia, mientras que el resto del total acordado deberá ser abonado de conformidad a lo establecido en las bases de la convocatoria.

Todo hace indicar que en un breve lapso de tiempo el juego online estará operativo de forma regular en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires, una región que rondando los 16 millones de habitantes es la más poblada del país. Siendo así, esta noticia ha sido recibida con especial agrado por parte de los potenciales usuarios de los juegos de casino, una comunidad en franco crecimiento en todo el planeta y que hasta ahora no ha podido desarrollarse con normalidad en la Argentina por las controversias en su regulación.

Especial atención al aspecto de la ciberseguridad

Esta actividad al igual que otras muchas que en esta era están colocando la Red de Internet en la primera línea de fuego, son oportunas para acelerar los recursos en más medidas que refuercen la ciberseguridad.

El Gobierno de Buenos Aires habilita el juego online y adjudica siete licencias

Según un análisis realizado en Latinoamérica a finales de 2020 sobre esta cuestión, Argentina, México y Brasil son los países más sensibles a sufrir ciberataques. Tanto es así que el director del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky en América Latina, Dmitry Bestuzhev, no dudó en señalar que Argentina es el país menos seguro para los usuarios domésticos en Internet.

Con la actual modalidad de teletrabajo cada vez más extendida se ha abierto una puerta para lanzar un ataque contra aquellos sistemas que anteriormente no tenían acceso desde Internet, por lo que urge ponerse manos a la obra para adoptar una serie de medidas que puedan paliar en lo posible este inconveniente.

Es cierto que estos problemas relacionados con la ciberseguridad no son algo nuevo ni exclusivo de los usuarios personales, pero el mero hecho de adoptar algunas simples rutinas puede contribuir en buena medida a evitarlos, bien sea si la actividad es enfocada al trabajo, al ocio o en cualquier otro sentido.

Disponer de un antivirus debidamente actualizado, usar contraseñas solidas y diferentes protegiendo las distintas cuentas, evitar redes wifi públicas o desconocidas cuando se maneja información sensible, desconfiar de los archivos adjuntos en mensajes sospechosos, elegir las webs con protocolo https o mantener actualizados los sistemas, aplicaciones y navegador, puede evitar muchos dolores de cabeza.

Si se tienen en cuenta los conceptos anteriores, el phishing, smishing,vishing, baiting, dumpster diving, shoulder surfing y alguno que otro, tendrán un margen de maniobra mucho menor a la hora de vulnerar la seguridad de los usuarios.