Very Important People (La gente que vale) y la vacuna
Qué cuestiones necesitamos cambiar para generar una sociedad de iguales, en donde los criterios para elegir que alguien se vacune, tengan en cuenta las necesidades de toda la sociedad en su conjunto
El VIP y las vacunas generaron indignación entre los argentinos. Sin embargo nuestra vida está atravesada por muchas “listas vip”, que muestran nuestras diferencias. Muchas de esas diferencias son deplorables e injustas, pero están naturalizadas, tanto, que no las sentimos. Nos concentraremos aquí, en esas diferencias que se hicieron visibles en el hecho que generó el pedido de renuncia por parte del presidente al ex ministro de Salud, Ginés González García.
El orden de prioridades
En toda sociedad hay VIP. Personas que serían, por su rol, más importante que otras. Frente a escenarios apocalípticos, como el de las películas norteamericanas, (catástrofe natural, meteoro que se estrella en la Tierra, criaturas habitantes del fondo del mar, extraterrestres, etc.) ¿Quiénes se salvarían primero? ¿Siempre son los mismos los elegidos? ¿Cuál es el criterio para elegirlos? ¿Una especie de “meritocracia”? Basada en…. quien sabrá.
En este “listado vip” hay distintos criterios que definen esa selección prioritaria, para el oficialismo hay algunos criterios, para la oposición los criterios serán otros, pero el VIP existe. En esas listas, algunos son comunes a cualquier mirada ideológica. Sobre esos queremos hacer un “doble click”. Un grupo de personas que están siempre en las listas VIP y que hacen que esas listas existan.
“Amiguismos que no haya”
Hace años, quien escribe, participaba de una parte del proceso de investigación de encuestas de opinión llamado Codificación. Ante una pregunta abierta, donde la gente contesta lo que se le ocurre, el codificador interpretaba lo que la persona contestó, y le pone un código; así se sintetizan un montón de respuestas de los encuestados. En la mesa de codificación, uno de los codificadores registró la respuesta que le da el título a este apartado “amiguismos que no haya” y la recordé frente a la lista VIP de la vacuna. De alguna manera, la constitución argentina (casi todas las constituciones democráticas del mundo) aseguran la igualdad de las personas ante la ley, y hacen que justamente nadie sea favorecido por ser “amigo”, “hermano”, “cuñado”, “proveedor” “ influyente”. La tendencia siempre es a limitar esas cuestiones “personales” para que haya una imparcialidad, en este caso, ante la selección de quien tiene prioridad para vacunarse. Pero además de impulsar la igualdad frente a la ley, la Constitución Argentina también prioriza algunos criterios de organización social frente a otros. Por ejemplo en lo que respecta a la propiedad privada y por lo tanto, descuida a aquellos que no la poseen. Quizás priorizar esa cualidad, la propiedad por sobre la carencia de ella, será una de la bases del “amiguismo” y de las listas VIP. Si el “orden legal” prioriza el tener, al no tener, el tener es una característica que define a la gente importante.
¿Qué pasó con la vacuna?
De repente alguien dice que hay un listado y que en el mismo hay empresarios, políticos, sindicalistas, etc. Y salta el escándalo. ¿Pero no acontece lo mismo en otros contextos también? ¿En nuestra vida diaria? ¿El VIP solo existe para la vacuna?. Bien en este momento el lector podría decirme “pero son las vacunas para la pandemia”. Y yo contestaría en este diálogo ficticio: “¿No pasa lo mismo con otras áreas vitales de nuestras vidas? ¿No hay medicina, vivienda, trabajo, educación VIP y la que tenemos el resto de los argentinos? Por lo general, aquellos que acceden a la Argentina VIP, son los que “tienen ”¿Y si es así para el que más tiene en términos de riqueza, no es lógico también que en otras áreas de nuestras vidas (la religión, la política, el sindicalismo, el periodismo, el deporte, la “fama”) también hayan “diferenciales” a la hora de obtener “favores”. Lo que hizo el ex ministro, es respetar la lógica que nos gobierna todos los días, con diferenciales y beneficios para los que siempre tienen beneficios.
El VIP
Quien les escribe, nunca entró en su vida a un VIP, lo aclaro para que algún lector tenga la excusa de decir “por eso puede oponerse tanto a los VIP, o tiene una mirada tan negativa de esas diferenciaciones”. El VIP era el lugar que ponía una diferencia con el resto de los mortales en los boliches, era el que no tenía que hacer la cola, era el que no estaba expuesto “al rebote”, era el que quizás no pagaba ni la entrada, ni la consumición. La “lista VIP” nos molesta, pero nos cruzó en toda nuestra vida: los que “zafaban del servicio militar”, “los que no rinden examen para el registro de conducir”, “ los que consiguen matrícula para determinados colegios”, la lista atraviesa todos nuestras partes vitales de la vida. La sociedad en la que vivimos está llena de listas VIP a espalda del resto de lxs argentinxs. No es una defensa de Ginés Gonzalez Garcia, que solo se defiende, por lo hecho en sus años de gestión frente a la salud pública, sobre todo el año 2020 frente a la pandemia. Tampoco una defensa del Gobierno que lo hizo renunciar apenas la cuestión fue dada a conocer, sacrificando quizás a un ministro por un hecho aislado. Es una reflexión que busca pensar cómo vivimos en esta sociedad, y las cosas que necesitamos cambiar para generar una sociedad de iguales, en donde los criterios para elegir que alguien se vacune, tengan en cuenta las necesidades de toda la sociedad en su conjunto y no el criterio social imperante de los que se consideran VIP o muy importantes personas.
*Licenciado en Sociología, Doctorando en Ciencias Sociales, Docente de la UBA y la UNDAV. Coordinador de Grupo de Estudios sobre Marxismo e Historia Argentina en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe. Integrante del Centro de Estudios Nacionales y Sociales Arturo Jauretche. Twitter: @Pablolopezfiori