La presencia del Rey Felipe VI en el acto por el aniversario del atentado en las Ramblas de Barcelona dominó la agenda pública esta semana en la capital catalana. Desde el Ayuntamiento, conducido por Ada Colau se organizó el acto central en Plaza Catalunya, donde miles de personas, entre familiares de las víctimas, políticos, residentes y turistas de paso por la ciudad asistieron a una verdadera jornada de duelo, aunque no exenta de manifestaciones de repudio y apoyo a la monarquía y al Gobierno Central.

Ofrendas florales, velas y mensajes fueron depositados sobre el mosaico de Joan Miró en la Rambla. Allí, hace exactamente un año a las 17 h la ciudad sufría el peor atentado de su historia cuando Younes Abouyaaqoub atropelló con una camioneta a 131 personas de las cuales 16 resultaron asesinadas.

El homenaje oficial contó con la lectura de un mensaje en catalán, alemán, italiano, francés, irlandés, portugués, inglés y castellano. "Nadie es una isla en sí mismo, cada hombre es un pedazo de un continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa quedará disminuía.Tanto da si es un promontorio, o la casa de uno de tus amigos o tu propia casa; Por eso la muerte de cualquier hombre me disminuye. Porque estoy ligado a la humanidad. Por lo tanto nunca preguntes por qué doblan las campanas porque están doblando por ti.", sonaron en los altavoces  los versos del poema de John Donne, ante el silencio de una plaza Catalunya vestida de duelo.

Tanto Colau como el presidente español, Pedro Sánchez maquetaron un homenaje donde quedaran excluidas las fuertes críticas hacia la monarquía y hacia el gobierno central de España por parte de un gran sector de la sociedad catalana, pero no faltaron las banderas de repudio a la presencia real y los actos paralelos en un fuerte gesto simbólico.

El aniversario del atentado en Barcelona reflotó las fuertes diferencias entre independentistas y militantes Pro España

Tanto los Comités de Defensa de la República (CDR) y el espacio político de la CUP decidieron no compartir el pésame con Felipe VI. El rey a diferencia del año pasado luego del atentado- cuando se paseó por hospitales, por el lugar de la masacre y en la mismísima Plaza Catalunya colmada por miles de conmocionados ciudadanos- decidió adoptar un perfil bajo y sólo estuvo en el acto detrás de las víctimas celosamente custodiado.

El aniversario del atentado en Barcelona reflotó las fuertes diferencias entre independentistas y militantes Pro España

“Catalunya no tiene rey”, anunciaron desde los Comités de Defensa de la República (CDR), y decidieron realizar un homenaje “con todos aquellos políticos y asociaciones que sean ‘del pueblo para el pueblo’”.

El aniversario del atentado en Barcelona reflotó las fuertes diferencias entre independentistas y militantes Pro España

Luego de la ceremonia oficial y en medio de un fuerte operativo de seguridad, hubo enfrentamientos verbales que no pasaron a mayores entre aquellos que lucían banderas de España y los que portaban esteladas catalanas y lazos amarillos- en repudio a los presos políticos tras el intento fallido del referéndum independentista del año pasado-.

Momentos de tensión se vivieron cuando el líder del cuestionado Partido Popular (PP) en Catalunya, Xavier  García Albiol cruzó caminando por un lateral de la Plaza rodeado de policías de la Guàrdia Urbana y Mossos de Escuadra y no faltaron los insultos y corridas durante varias cuadras.

La vallada Plaza Catalunya fue testigo del homenaje que conmocionó a la ciudad un año atrás, pero también el escenario donde las fuertes diferencias políticas que divide en dos a los catalanes quedaron marcadas una vez más.