Tras el escándalo por el vacunatorio VIP de este viernes, el presidente Alberto Fernández habló por primera vez y contó por qué le pidió la renuncia a su entonces ministro de Salud, Ginés González García. "Le pedí con dolor la renuncia a Ginés, pero lo que hizo es imperdonable", manifestó el mandatario argentino.

“Le exigí la renuncia con dolor. Ginés (González García) era un gran ministro. Y además lo quiero. Pero lo que hizo es imperdonable. La política es ética, tenemos que terminar con este tipo de prácticas, con la cultura argentina de la viveza, la picardía, el manejo de las influencias”, sostuvo el mandatario en diálogo con Página 12.

Fernández remarcó que "yo no tolero cosas así. Ni hago cosas así. Manejo mi propio auto. Cuando no era funcionario y me ofrecían pasar al Salón VIP sin hacer cola, me negaba. Como presidente no puedo consentir que se concedan estos privilegios".

Después de enterarse la noticia del vacunatorio VIP y durante ese mismo jueves, el presidente llamó a Ginés para pedirle explicaciones. El ex ministro le respondió que no le parecían graves los hechos, que él se encontraba en Entre Ríos y que quien estaba a cargo del operativo era su sobrino y asesor Lisandro Bonelli.

Además, el presidente rescató y elogió el accionar del canciller Felipe Solá, quien actuó de manera diferente a la de Eduardo Valdés por ejemplo. "Consultó a los médicos de Cancillería quienes le aconsejaron alguna medicación, cuidados y vacunarse (...) Felipe pidió turno en el Hospital Posadas, le fue concedido, se vacunó allí", afirmó el mandatario.

De tal manera, ese mismo viernes el presidente resolvió pedir la renuncia a González García y elegir como su reemplazante de manera inmediata a Carla Vizzotti, hasta entonces secretaria de Acceso a la Salud del ministerio.

“Siempre pensé que si no estaba Ginés, lo sucedería Carla. Es la continuidad de las muchas buenas políticas de Ginés”, afirmó Fernández.

El mandatario aseguró no haber consultado de las decisiones a tomar en el futuro sobre la cartera sanitaria ni sobre el escándalo en sí con la vicepresidenta Cristina Kirchner. “La llamé yo, para felicitarla por el cumpleaños. A la tarde, cuando estaba todo resuelto. Me apoyó en todo pero no le pedí consejos previos", advirtió.