Los números finales de las elecciones en Tucumán, San Luis, Corrientes y Mendoza traen tela para cortar en la oposición. La llegada de las fechas definitivas para los armados nacionales es inminente y el debate sobre cómo encarar la mejor estructuración política que encarne un programa de país para los próximos años está al rojo vivo. Por debajo del universo de las chicanas y las contestaciones altisonantes, se evidencia que el armado cambiemista no puede consolidar una mirada hegemónica que se revista de unanimidad hacia su interna. Y eso le puede salir caro.    

La pelea abierta entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich se trasladó a los comicios provinciales, reacomodó a los jugadores y también planteó zonas de muchos grises. A simple vista, se puede decir que Larreta pudo acumular mayor capital político, tejiendo su impronta e influencia en la campaña del radical Gustavo Valdés por los comicios legislativos correntinos. En esa provincia, el actual jefe de Gobierno porteño pudo consolidar a uno de sus grandes aliados que comparte la propuesta “amplificadora” y encima le reditúa políticamente.

Larreta, Bullrich y el (eterno) dilema de "ampliar" o "profundizar"

Allí era esperable que Larreta se anotara un punto. Pero no específicamente por la procedencia política de Valdés, histórico integrante de la fuerza de JxC, que lejos está de significar un salto hacia la amplitud que predica el jefe de Gobierno porteño para la nueva etapa política. Su triunfo político tuvo que ver con poder desterrar los antecedentes de acercamientos y coqueteos previos de Valdés con Bullrich. Y además, por la declaración de principios del gobernador electo, que se pronunció en contra de “la confrontación” y en favor de “más propuestas y trabajo en conjunto”.

La victoria clave para las aspiraciones de Larreta se lo dio el batacazo de Claudio Poggi, que se convirtió en el nuevo gobernador de San Luis y dejó en el camino al candidato de Alberto Rodríguez Saá, Jorge “El Gato” Fernández. En territorio puntano, el alcalde porteño no dudó en cobijar con estructura y dinero a un viejo conocido de la dinastía gobernante, pero que desde el 2016 se planteó como oposición a los hermanos todopoderosos de la provincia, e incluso contó esta vez con el aval de Adolfo Rodríguez Saá, enemistado con Adolfo. Poggi encabezó un frente que incluye a 15 partidos, entre los que figuran el PRO, la UCR, el socialismo, Libres del Sur y "Unidos", el sello de Adolfo.

Larreta, Bullrich y el (eterno) dilema de "ampliar" o "profundizar"

Con relación a este último jugador del armado ganador, se hubiera producido una crisis sin fin en JxC si el apellido de quien encabezaba ese espacio se llamaba Juan Schiaretti. Pero en San Luis, nada de eso sucedió. De todas formas, fuentes cercanas al actual jefe de Gobierno afirmaron a Diagonales, que no hubo ningún tipo de charla ni acercamiento entre Adolfo y Larreta.

Además de la foto con el ganador, Horacio cosechó otro fruto que fue a sembrar: “Como candidato a presidente me simpatiza Rodríguez Larreta”, afirmó Poggi, que encabezó un armado que .Los radicales Gerardo Morales y Martín Lousteau, y también Margarita Stolbizer, José Luis Espert y el presidente de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro se sumaron a los festejos. El correntino Valdés no dudó en mostrar su algarabía por el triunfo en San Luis y expresó una declaración de principios que es ya un caballo de batalla: “La ampliación y la unidad de JxC y la incorporación de dirigentes con una importante trayectoria política nos fortalece”.

Larreta, Bullrich y el (eterno) dilema de "ampliar" o "profundizar"

Quizás sea eso lo que el larretismo se reprocha por estas horas por las elecciones en Tucumán, luego de la contundente derrota del diputado nacional cambiemista Roberto Sánchez por más de veinte puntos con el actual vicegobernador justicialista Osvaldo Jaldo. Algunos dentro de la coalición opositora consideraban que debían exacerbar las diferencias dentro de la propia interna oficialista provincial y que eso se podía hacer con un acuerdo político con el peronista Germán Alfaro, que proviene del ala alperovichista. “No creo que Horacio piense eso. Fue muy sano el acuerdo para tener una sola formula. Él repite siempre que respeta los acuerdos de nuestros dirigentes en las provincias, y que un verdadero federalismo es eso”, expresaron a Diagonales desde el entorno del precandidato a presidente, intentando calmar las aguas.

Un lugar que fue más esquivo para la predica de la “amplitud al extremo” larretista, tuvo como epicentro a Mendoza, una tierra en la que el radicalismo sigue pisando fuerte. Si Larreta se anotaba dos puntos (Corrientes y San Luis) y una duda contrafáctica (por lo que podría haber sido jugar en Tucumán con su propia táctica), el triunfo del radical Alfredo Cornejo revalidó solo en parte las aspiraciones de una Patricia Bullrich que no deja de tirar munición gruesa contra todo dirigente de JxC que se le plante, en su prédica “profundizadora del cambio”, en contra de cualquier apertura al peronismo de centro.

Larreta, Bullrich y el (eterno) dilema de "ampliar" o "profundizar"

Cornejo sufrió los coletazos de una victoria con números más bajos de lo que se esperaba, luego de la ruptura con el sector que encabeza el referente del PRO Omar de Marchi, y solo lo superó por el 6 por ciento de los votos. Se trata de una victoria “pírrica” para el bullrichismo, que marca un signo de interrogación para las elecciones generales en la provincia, y que Larreta y Gerardo Morales vieron con cierto beneplácito.

Para el gobernador jujeño Morales, que Cornejo no haya tenido el desempeño esperado le significa un punto a su favor para la interna partidaria y los limites más o menos rígidos que puede tener la UCR sobre su marco de alianzas.  

Y Larreta puede ver confirmada su tesis de que “sin el peronismo de centro” en las provincias no se puede, porque es conocido que De Marchi hizo una buena performance amparado en el apoyo de intendentes justicialistas, que quitaron su voto a las aspiraciones del candidato de la camporista Anabel Fernández Sagasti.

Larreta, Bullrich y el (eterno) dilema de "ampliar" o "profundizar"

Desde una óptica diametralmente opuesta, desde el bullrichismo expresaron lo que significa lidiar con las estructuras políticas históricas de las distintas provincias, en gran parte de tradición peronista. “Patricia en su construcción se muestra mas refractaria a integrarse no solo al peronismo sino a construcciones que están hace mucho tiempo atornilladas al sillón del poder. Ella tiene una visión muy federal de la construcción política y respeta muchos lo propio de cada territorio. La construcción de Patricia es más circular. Y la de Horacio, más vertical, y eso le puede significar que hayan más atropellos en cada armado provincial”, afirmaron a Diagonales quienes siguen la campaña de Bullrich fuera de la órbita bonaerense. 

Lo cierto es que el calendario apremia, los cierres de las precandidaturas se imponen y cada visión dentro de JxC deberá ser refrendada en las urnas. Al día siguiente de la oficialización de las precandidaturas nacionales del 24 de junio, Bullrich y Larreta tomarán partido de una u otra forma en una contienda que es provincial pero que ya se traduce a nivel nacional como una “final anticipada” de cara a las PASO: los comicios de Córdoba, con el fuego cruzado de una “amplia” alianza, por un lado, y una consolidación sectorial que “profundice el cambio”, por el otro. Está todo por verse.