Se cree que los temas médicos están disociados de los temas  sociales. Se cree que la realidad social y la médica forman parte de mundos diferentes. Pero lo psicopatológico es indisociable de lo social y de lo cultural. Como prueba de ello basta con pensar cómo se establecen los criterios de normalidad y anormalidad. Ambos conceptos son inseparables del contexto social, cultural e histórico. Pensemos en la homosexualidad y su recorrido a lo largo de la historia. ¿Significó siempre lo mismo? ¿Representa lo mismo en todas las culturas?

Si nos focalizamos en la concepción de “Lo Trans” en nuestra cultura, podemos apreciar un problema de candente actualidad. Con motivo de la publicación de la última versión del DSM V (Manual de Diagnóstico y estadística de los trastornos mentales) se siguió considerando “Lo Trans” como una entidad patológica bajo el nombre de “Disforia de género”. Dice la Asociación Psiquiátrica Americana que “Transgénero es un término global que define a personas cuya identidad de género, expresión de género o conducta no se ajusta a aquella generalmente asociada con el sexo que se les asignó al nacer” Lo cual ya pone de manifiesto una ideología sobre la sexualidad que consiste en considerarla como un hecho biológico. Y esa definición no es médica sino política y social. ¿Qué dicen los “supuestos enfermos” sobre esta definición? Los grupos de personas transgénero, transexuales, travestis, de diversidad sexual crearon una campaña mundial por la despatologización de las identidades trans para que la Asociación Psiquiátrica Americana y la Organización Mundial de la Salud, eliminen de sus manuales de enfermedades “lo trans”. Cada tercer sábado de Octubre desde el año 2009, se celebra oficialmente el “Día Internacional de Lucha por la Despatologización Trans”. La idea de “cuerpo equivocado” provoca debates entre quienes quieren definir qué sexo le corresponde a cada cuerpo y aquellos que vivencian y definen su sexualidad en sus propios términos.

Cuando decidí escribir el “Diccionario de Psicopatología Fantástica” tuve en cuenta este y otros choques entre lo social, lo médico, y lo patológico. Me sorprendió descubrir que las patologías psiquiátricas se votan de tanto en tanto en la Asociación Psiquiátrica Americana. Que muchas patologías dejaron de serlo por una lucha popular.

La realidad es un artificio y como tal una construcción social y de época. Yo inventé mis propias patologías. ¿Acaso no tienen la misma validez?

*Escritor, publicó el Diccionario de Psicopatología Fantástica (Biebel, 2018) que cuenta con prólogo del escritor español Luis Antonio de Villena. En 2012 ganó la beca del Fondo Nacional de las Artes y en 2015 ganó el Premio Nacional Fomeca por la serie "La locura en Argentina" de la cual fue guionista y director.