Un (¿nuevo?) viejo programa
Las consecuencias de la ya conocida medida de las retenciones al agro. Un repaso por los porcentajes de los últimos años y su efecto sobre el crecimiento del sector
El Presidente Alberto Fernández envío este jueves el mega proyecto de Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva al Congreso con varias medidas económicas, incluido el programa económico, nuevos impuestos y una mayor discreción para el Poder Ejecutivo sobre las tarifas y las decisiones de gasto público. La mayoría de las medidas se esperaban y son las mismas políticas llevadas a cabo por el gobierno de Cristina entre 2012-2015. Pero uno de los puntos sobresalientes lo dio el mismo Fernández el pasado sábado donde, en un ágil y temerario anuncio, decidió un aumento en los impuestos a las exportaciones. A través de un decreto nacional estableció un 30% para la exportación de productos relacionados con la soja, un 12% para el maíz y el trigo y un 9% para la carne, la leche y otros productos regionales. Esta medida debería tener un impacto negativo en las exportaciones totales, como se ha observado durante el periodo antes mencionado del gobierno de CFK, por lo que la mejora en los ingresos decaerá en los próximos años. Fernández mencionó que el proyecto incluirá la posibilidad de aumentar 3 puntos más en impuestos a la exportación, de los cuales el 70% se utilizará para restaurar el fondo ANSES, FGS. En una declaración pragmática dijo que la decisión se tomará junto con representantes del sector (lo cual me lleva a pensar que será una decisión unilateral, en su todavía luna de miel express).
En 2015, Mauricio Macri redujo las retenciones al 0% para todos los productos, excepto para aquellos relacionados a la soja, reduciendo la tasa impositiva para esta última del 35% al 30%. En 2018, Macri anunció una reducción del 0,5% mensual en la tasa de impuestos para productos relacionados a la soja hasta que alcanzara el 18% en diciembre de 2019. Sin embargo, en septiembre del año pasado, el mismo Macri cambió la tasa de impuestos para productos relacionados la soja a 18% + $ 4/USD (alrededor del 10% en ese momento) y estableció una tasa impositiva de $ 4/USD para todas las demás exportaciones de bienes y de $ 3/USD para las exportaciones de servicios. Considerando el USD a un promedio de $ 41,5 para el 1S19 y $ 55 para el 2S19, la tasa impositiva promedio para los productos relacionados a la soja para 2019 sería del 26.5%, mientras que la tasa para las exportaciones de otros bienes sería de alrededor del 9%. Entonces, para que aumenten los ingresos por retenciones en 2020, las tasas impositivas del próximo año deberían estar por encima de esos niveles. Estimo que los ingresos podrían estar entre $ 9.000 MM y $ 10.000 MM si las tasas impositivas se remontan a 2015, con productos relacionados a la soja al 35% y otras exportaciones al 10%. Eso sería + $ 2.000MM en ingresos, alrededor de 0.6% del PIB.
El problema de esta política es que con los controles de capital y altas retenciones, será difícil mantener los niveles actuales de exportaciones. Tendríamos que esperar que, con controles de capital, un peso apreciado y altas retenciones las exportaciones debieran caer en cantidades. A modo de ejemplo, entre 2011-2014 las exportaciones cayeron un 16% en cantidades, y especialmente para los productos primarios, que cayeron un 18%. La medida también tendría un impacto negativo en el crecimiento potencial de la economía en el largo plazo. Esta medida podría ser un relevante para aumentar los ingresos a corto plazo, pero no parece una solución a mediano plazo. De hecho, la historia demuestra que una vez que se establecen las retenciones, es difícil eliminarlas en el futuro.
*Analista de mercados financieros. Balanz. Twitter: @BalanzCapital