Sellada la unidad con la composición de Fuerza Patria este miércoles 9 de julio, el peronismo bonaerense ya entró de cabeza a la discusión más caliente: la composición de las listas electorales. Con plazo para la presentación hasta el próximo sábado 19, la alianza que conformaron el PJ cristinista, el Movimiento Derecho al Futuro de Kicillof y el Frente Renovador de Sergio Massa, tiene que resolver en días quiénes serán los candidatos a diputados y senadores provinciales por las 8 secciones electorales de la PBA, y quiénes compondrán las listas a concejales y consejeros escolares en los 135 distritos bonaerenses.

Además, el acuerdo prevé que, aunque las listas nacionales cierran el 17 de agosto, para el próximo sábado también deberán estar al menos los primeros nombres que integrarán la lista de diputados nacionales para la elección del 26 de octubre. El raid de negociaciones ya es frenético. La cantidad de definiciones a tomar es enorme, los conflictos son incontables y, como se explicó desde estas líneas tras el cierre de alianzas, ya no hay plan B: como sea y como se pueda, pero todos adentro y unidos contra Milei.

En este contexto, la variable que resultará más problemática para las negociaciones es el nivel de capilaridad territorial. A esta altura del proceso, en todos los campamentos reconocen que las disputas más difíciles de resolver serán las que existen en los municipios y que deberán saldarse en listas que contengan a todos los sectores. Así, los intendentes tienen la tarea más difícil:  deberán incorporar a sus rivales internos pensando en los futuros concejos deliberantes de sus distritos. El desafío se redobla en los más de 50 municipios donde el peronismo no gobierna, no hay un jefe claro y el consenso implicará negociaciones más arduas.

Plazo y desafíos para los intendentes: las listas municipales más calientes del peronismo

MECANISMOS PARA LA PAZ Y RELOJ DE ARENA

Fuerza Patria se estructuró en una serie de acuerdos entre el cristinismo, el kicillofismo y el massismo. El punto central es que los tres espacios serán árbitros de la unidad: igual cantidad de representantes en la comisión que validará todas las listas, igual número de apoderados del frente y de integrantes de su Junta Electoral. Así, no habrá lógica de mayorías: si alguno de los tres sectores no acuerda con la lista de un municipio o una sección, habrá que rediscutirla.

Pero hay otro elemento relevante: donde gobierne un peronista, será el jefe comunal quien defina la lista del distrito, con el compromiso de incluir a todos los sectores. Lapicera y desafío en partes iguales en las manos intendentistas. Por otro lado, en los municipios donde gobiernan opositores a la gestión de la PBA, la comisión de delegados del frente que validará las listas deberá definir un dirigente que oficiará de armador, con el mismo criterio de inclusión. Reglas amplias y de difícil aplicación, pero reglas al fin para componer una unidad territorial que en muchos casos parece imposible en la previa.

Otro aspecto importante del cierre de alianzas es que se definió que no habrá listas colectoras. Para esto Kicillof debería emitir un decreto, y desde el entorno del gobernador fueron tajantes: “colectoras no, Axel no va a sacar decreto que las habilite. La mesa de intendentes del MDF ya lo discutió, el que plantee lista corta va por fuera del  frente”. Esto elimina una de las posibilidades que estaba en danza en la previa, intendentes yendo con boleta propia en sus distritos o armando una lista corta en municipios donde le disputan lugares a otro jefe comunal peronista. La única opción es ponerse de acuerdo.

Unión por la Patria ganó 84 municipios en el 2023. Uno de esos intendentes, Julio Zamora (Tigre), ya dio el salto al frente “Somos Buenos Aires”, liderado por Manes y el cordobecismo de Schiaretti. Otro, Fernando Gray (Esteban Echeverría), también coquetea con pasarse. Esto dejaría un total de 82 distritos donde el intendente de Fuerza Patria sería el responsable del armado de la lista, y otros 53 municipios donde la cúpula del frente tendrá que definir un jefe entre todos los sectores en pugna.

Plazo y desafíos para los intendentes: las listas municipales más calientes del peronismo

El reloj de arena corre con prisa. Con algunos jugadores escurridizos entre campamentos, Kicillof cuenta en su tropa a unos 42 intendentes, Máximo Kirchner a unos 26 y Sergio Massa a otros 16. Con todas esas discusiones locales por resolver, el gobernador estableció un plazo límite: sus jefes comunales deberán tener sus listas construidas para este miércoles 16, dejando tres días de margen para la validación general con el resto de los espacios, que deberán hacer los propio con las candidaturas de sus distritos.

TERRITORIOS CALIENTES

Todo este escenario se traduce con distintas intensidades en el territorio bonaerense. Si bien cada distrito tendrá sus tensiones a la hora de integrar no solamente al MDF, el PJ y el FR, sino también a Patria Grande de Juan Grabois, Nuevo Encuentro, Principios y Valores de Guillermo Moreno, entre otros sectores, hay municipios donde hay disputas de largo arrastre y que no serán fáciles de resolver.

El ejemplo paradigmático es la guerra que mantuvieron durante meses el año pasado el intendente kicillofista de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y los camporistas Mayra Mendoza, de Quilmes, y Julián Álvarez, de Lanús. Emanuel Santalla, senador provincial por la Tercera y referente central de La Cámpora en la PBA, es el histórico adversario de Ferraresi en su distrito y ahora integra el equipo de delegados que negociará todas las listas. El jefe comunal de Avellaneda deberá incluir al armado de Santalla en las nóminas de su distrito, pero también obtendrá lo suyo en municipios vecinos. Gabriel Berrozpe conduce Peronismo Para la Soberanía en Quilmes y tensiona desde allí con Mendoza. Lo propio hace Belén Berrueco en Lanús, con la agrupación Eva Perón contra Álvarez. Ambos responden a Ferraresi, y los intendentes camporistas tendrán que hacerles lugar en las listas de sus municipios.

Plazo y desafíos para los intendentes: las listas municipales más calientes del peronismo

Otro caso caliente es el del municipio de Morón. Allí, el intendente Lucas Ghi viene hace tiempo jugando en el esquema de Kicillof. Martín Sabbatella, histórico dirigente del partido Nuevo Encuentro, que llevó a Ghi a la intendencia, es un fuerte aliado de Máximo Kirchner. La relación entre Ghi y Sabbatella está rota al punto de que el jefe comunal fue de a poco expulsando de puestos de gestión y de poder a referentes del sabbatellismo. Ahora deberán encontrar una solución para integrar una misma lista.

Otro aliado importante para Kirchner es una parte del Movimiento Evita, representada por dirigentes de peso que tienen intereses en municipios donde manda el kicillofismo. El ejemplo principal es el de La Matanza. Allí, la diputada provincial y pareja de Emilio Pérsico, Patricia Cubría, impulsa hace años una interna contra Fernando Espinoza. Habrá que ver si Máximo consigue que uno de los principales intendentes del MDF le haga lugar en su lista al sector que quiere destronarlo. “Si Verónica (Magario) va por la Tercera como se dice, Pérsico está frito y a la Colo capaz hay que contarla en el esquema de Gray y Zamora”, dijeron a Diagonales al respecto de este conflicto desde uno de los campamentos en cuestión.

La de Cubría en La Matanza fue sólo una de las disputas que el Evita planteó a intendentes peronistas en 2023. Otras importantes fueron las que encabezaron Leo Grosso en San Martin, y Natalia Peluso en Ituzaingó. En el municipio que gobierna Fernando Moreira y conduce el ministro Katopodis también tiene intereses el diputado massista que está en todos los órganos de decisión de Fuerza Patria, Rubén Eslaiman. Con esos dos jugadores de peso en la cancha, Grosso y el Evita tendrán que batallar para ganar relevancia en la lista. Peluso ya tuvo complicaciones para disputar la interna en el 23, y con Alberto Descalzo jugando fuerte para Kicillof también parece difícil que su hijo Pablo, intendente de Ituzaingó, le abra lugares a la referente del Evita. Estos son algunos de los casos donde la discusión por las colectoras venía creciendo en la previa al cierre de alianzas.

Plazo y desafíos para los intendentes: las listas municipales más calientes del peronismo

Por su parte, el Movimiento Evita gobierna uno de los municipios más fuertemente alineados con Kirchner. Mariel Fernández, intendenta de Moreno, es a la vez vicepresidenta del PJ provincial y una de las jugadoras fuertes del cristinismo en la Primera Sección electoral. Allí también tiene construcción un ministro kicillofista: el titular de Trabajo, Walter Correa, referente de la organización La Patria es el Otro, que conduce Andrés Larroque, uno de los más acérrimos enemigos de La Cámpora dentro del MDF. Correa extiende también su construcción al distrito de Merlo, donde gobierna otro intendente utracristinista como Gustavo Menéndez. La organización de Larroque y Correa pugnará por lugares en esas listas.

Otro caso importante entre los municipios que comanda el peronismo es el de La Plata. En 2023 Julio Alak funcionó como una especie de prenda de unidad entre todos los sectores que tienen construcción en el distrito único de la Octava Sección electoral, y le ganó en las urnas al PRO con una lista plural que incluyó a todos. Hoy por hoy Alak es un engranaje central del kicillofismo y La Plata un objetivo estratégico para el MDF. Habrá que ver cómo se llega a un nuevo acuerdo ante la dificultad de respetarle los lugares a todos los actores que entraron en la lista del 2023, considerando también la tensa relación entre Alak y el massismo.

El Frente Renovador, por su parte, tendrá preponderancia para el armado de los municipios que gobierna, como el San Fernando comandado por Juan Andreotti, y también será el actor decisivo para la composición de la lista en Tigre.

Plazo y desafíos para los intendentes: las listas municipales más calientes del peronismo

Como se dijo, el escenario en los distritos opositores al peronismo será algo más complejo. Un caso testigo será Tres de Febrero, territorio de Diego Valenzuela, que suena como candidato de LLA para la Primera Sección electoral. Tres jugadores importantes se disputarán la jefatura de la lista: Juan Debandi, ex candidato a intendente de La Cámpora; Lis Díaz, también ex candidata a intendenta y funcionaria de Mariel Fernández en Moreno; y la diputada provincial de La Patria es el Otro (MDF), Ana Luz Balor.

La tensión entre La Cámpora y La Patria es el Otro se expresará en otros distritos que gobierna la oposición, como es el caso de Vicente López. Tandil será otro caso de difícil solución. Allí el dirigente de Patria Grande, Juan Arrizabalaga, tendrá que discutir la jefatura con el cristinista Rogelio Iparraguirre y el dirigente del Evita Nicolás Carrillo.

Estos son apenas algunos ejemplos de una dinámica que promete fricciones y tensión, pero que deberá resolverse en tiempo récord. La unidad del peronismo está sellada y no habrá lugar a disidencias. Los que no acuerden tendrán que ir por afuera con algún sello vecinal local y posiblemente queden muy desdibujados en un escenario de máxima polarización entre Fuerza Patria y LLA. Corren horas decisivas y en el peronismo bonaerense todo es discusión para llegar a una síntesis que pueda plasmar una máxima esgrimida por el gobernador: que la motosierra no cruce la General Paz.